Adrián Dellabora, Director de «Ballet con Humor»: “Llevamos dentro un ‘payasito’ que aflora”

Por Lic. Melina Sólimo – Tw: @melinasolimo Nació como un “divertimento” y se convirtió en una compañía que cumple veinte años de trabajo ininterrumpido. Su director, el ex bailarín del Teatro Colón y del Teatro Argentino de La Plata, Adrián Dellabora, asegura que para lograr sus puestas en escena “destrozan” las obras originales. La compañía Ballet […]

jueves, 13 de febrero de 2014 |

Por Lic. Melina Sólimo – Tw: @melinasolimo

Nació como un “divertimento” y se convirtió en una compañía que cumple veinte años de trabajo ininterrumpido. Su director, el ex bailarín del Teatro Colón y del Teatro Argentino de La Plata, Adrián Dellabora, asegura que para lograr sus puestas en escena “destrozan” las obras originales. La compañía Ballet Con Humor estrena el próximo 16 de febrero de 2014 su espectáculo “Gran Carrusel” en el Centro Cultural Borges, una nueva invitación a reírse del arte y con el arte.

Todo empezó cuando un grupo de bailarines varones provenientes del Teatro Argentino de La Plata y del Teatro Colón de Buenos Aires, quienes un día decidieron jugar con el rol femenino y calzarse las zapatillas de punta. Con la intención de hacer reír, sin burlarse del arte y bailando con excelencia, estos grandes intérpretes visten tutús y parodian los papeles femeninos en coreografías clásicas y contemporáneas. “El propósito de esta compañía es divertir a grandes y chicos, a los entendidos en danza y a los neófitos”, autoproclaman. Para explicar cómo empezó esta locura bailada, su director, Adrián Dellabora, habló con REVOL y brindó detalles sobre su carrera y el estreno de Gran Carrusel, la obra con la que celebran sus veinte años en escena.

R: ¿Cuándo fue que decidió que sería bailarín clásico? ¿Cómo fue el momento en que decidió comenzar a hacer humor con su profesión?

D: Desde muy chico, a los siete años, me sentí atraído por la música, pero no de una manera como para ejecutarla y estudiar un instrumento. Me salía moverme, intentaba bailarla, interpretarla, me atraía mucho la música folclórica española y en casa se escuchaba ópera, pero del ballet no tenía conocimiento. Una vez vi en una revista fotos de bailarines clásicos y me emocionaron, pero seguí sin «ver» lo que realmente me pasaba. Recién cuando vine a Capital a estudiar arquitectura, vi el anuncio de un estudio de danza, que abría sus puertas y tenía una foto enorme de una bailarina, juro que el corazón se me aceleró y ahí comenzó «mi historia». La bailarina de esa foto, con el tiempo, fue compañera mía en el ballet del Teatro Colón, era Claudia Ronco.

En los teatros, los cuerpos de baile tenían como una tradición de «festejar» el día de la primavera. Para ello se armaban números de ballets parodiando el repertorio clásico, los bailarines varones eran bailarinas y viceversa, se hacia un «gran disparate» cómico. En el Teatro Argentino se sumaban los técnicos, la orquesta y el coro, ¡realmente era desopilante! Así fue como muchos de nosotros incursionamos con el humor en la danza, pero la creación de la actual compañía se nos presentó viendo al Ballets Trokadero, que hace humor con la danza en Estados Unidos y, junto a Jorge Curia, en medio de la función nos dijimos ¿por qué no nosotros?, y así comenzó «todo».

R: ¿Cómo lograron entrenarse para subirse a las puntas?

D: El uso de las puntas nos sumó un «gran» extra en el momento de ponernos a bailar, ya que el varón en la danza no las utiliza. Fue un trabajo duro para la mayoría pero las dificultades que su uso nos implica se capitalizan a favor, en cuanto a figura y movimiento se trate.

«Impronptus» – del año 2011: 

R: ¿Cómo es dirigir y bailar a la vez, en una compañía tan particular?

D: Toda dirección presenta un gran desafío, más siendo parte del elenco. Yo no soy coreógrafo o al menos no me he propuesto serlo y ello me ayuda a ver más la dirección. Ballet Con Humor siempre fue dirigido por Jorge Curia, quien falleció tempranamente. Fue lamentable su pérdida, era un gran amigo y profesional. Claudio González tenía la dirección artística y se desempeñaba como coreógrafo. Sus creaciones conforman el repertorio mayor de Ballet Con Humor, son obras extraordinarias, de gran creatividad y pulcritud coreográfica.

Como bailarín de la compañía, me siento maravillosamente bien. El momento de salir a escena es una experiencia única, siempre, haga lo que haga, desde un rol protagónico a acompañar en escena. Los recursos que podemos brindar son innumerables. Las consignas que siempre tratamos de preservar son el respeto por el repertorio clásico o contemporáneo, la idea de sus creadores y el respeto por el bailarín en sí.

R: ¿A qué público apuntan con sus obras? ¿Cómo eligen el repertorio?

D: Siempre la idea de la compañía ha sido apuntar al público en general, incluido los niños. Obviamente que la persona habitué al ballet comprende más las sutilezas, pero siempre la idea es llegar a todos, que el común de la gente lo disfrute. La llegada a los niños es especial, su recepción es excepcional. Cuando hicimos «Vamos al Ballet«, invitados por la Fundación Konex en el Teatro Cervantes, la reacción de los chicos fue increíble, captaron toda la idea de la obra, que fue compuesta especialmente para esa ocasión por Claudio González.

El mundo del ballet en todas sus expresiones brinda infinitas posibilidades para «crear» nuestro repertorio: los argumentos, los estilos, determinados tics de los bailarines. Muchas veces la creación de una obra surge en el momento en que estamos viendo una determinada coreografía, aunque los grandes clásicos como «El Lago de Los Cisnes», «Giselle» o «Don Quijote», siempre nos tentaron y resultan imposibles de no recrear.

El Lago de los Cisnes – Pas de Quattre 

 R: ¿De qué manera se logra el humor, manteniendo el profesionalismo, sin caer en lo burdo?

D: Bueno, la cuestión del humor es algo serio de encarar, se lo tiene o no. Hay personas que tienen una gran predisposición para pasar de bailar serio a «payasear» en el término bien entendido, pero siempre tiene mucho que ver la dirección del corógrafo. Es otro de los desafíos que encaramos, no es fácil hacer reír genuinamente, pero siempre llevamos dentro un «payasito» que tratamos de que aflore. Para nosotros la danza-teatro ha sido fundamental, el hecho de haber pertenecido al Ballet de Cámara que dirigió Susana Zimmerman, en el Teatro Cervantes, fue clave en cierta manera.

Ser bailarines profesionales nos da seguridad al momento de salir «travestidos» de bailarinas a un escenario, ya que en el repertorio clásico hay papeles femeninos que están compuestos para el varón y tenemos bien en claro el por qué nos «enfundamos» en tutús y nos calzamos las zapatillas de punta. Nunca nuestro objetivo ha sido «convertirnos en mujeres»; todo lo contrario, resaltamos nuestra condición y damos ciertas sutilezas tomadas de lo femenino, pero nunca ha sido un prejuicio la cuestión de ser hombres vestidos de mujer. No tenemos la idea de igualar a la mujer, somos varones que sólo damos una imagen de lo sublime de una bailarina y aquí radica quizás, el mayor grotesco, pero bien entendido.

R: ¿Qué distingue al Gran Carrusel de las anteriores presentaciones de la compañía?

D: El nuevo programa lleva el nombre de Gran Carrusel porque en él incursionamos en diferentes estilos de danza, pasamos por el repertorio clásico, moderno, jazz, tango y folclórico, será un gran «muestrario» de danza y será la primera vez que incursionamos en otros géneros que no sea el clásico y contemporáneo. Esa será la gran sorpresa con la que el espectador se encontrará y realmente el resultado es hermosamente desopilante. La creación de este programa representa un poco, el gran recorrido de veinte años de trayectoria de la compañía, volcamos todo lo que hemos ido aprendiendo y avanzado en cuanto al manejo general escénico. Es una tarea difícil de realizar, pero lo hacemos con todas las ganas y alegría de llevar adelante algo que uno ama hacer, bailar, y, más aún, con el agregado de divertirnos y hacer divertir.

CUÁNDO Y DÓNDE
Funciones: Domingos 16 y 23 de Febrero, 2 y 9 de Marzo a las 19 Hs.
Centro Cultural Borges Sala Auditorio Astor Piazzolla
CCBorges – Viamonte 525 esq. San Martín – Informes 5555-5359
Venta telefónica: Platea Net al 5236-3000 – www.plateanet.com

FICHA TÉCNICA

Diseño de vestuario: Adrián Dellabora | Sastrería: Vanina Borda (Teatro Argentino de La Plata), Jorge Tigall, Estela López (Teatro Colón) | Maestro de baile: Jorge Tirigall | Logística: Gustavo Cusnier | Producción ejecutiva y Coord. General: Cristina Aranjuelo Prieto-Adrián Seijas | Producción General: BCHProducciones | Asistente de Dirección: Ángel Gómez | Dirección General: Adrián Dellabora.