Ana Azcurra: “’Hembra’ es movimiento puro y existir intuitivo”

Por Estefanía Lisi Ana Azcurra empezó a bailar a los 8 años, y desde ese momento no se detuvo. La disciplina en la que se destacó durante mucho tiempo fue la danza jazz, pero también se formó ampliamente en contemporáneo, clásico, teatro y clown. A los 19 comenzó su carrera como bailarina profesional, debutando en […]

viernes, 11 de octubre de 2013 |

Por Estefanía Lisi

Ana Azcurra empezó a bailar a los 8 años, y desde ese momento no se detuvo. La disciplina en la que se destacó durante mucho tiempo fue la danza jazz, pero también se formó ampliamente en contemporáneo, clásico, teatro y clown.

A los 19 comenzó su carrera como bailarina profesional, debutando en la compañía de Eleonora Cassano. Su bella figura también recorrió muchos programas de televisión, como «Para ti en vivo» de Telefé, con la dirección del maestro Oscar Araiz, “High School Musical” en Canal Trece y “Operación Triunfo”, además de participar como bailarina en musicales y como actriz en novelas, al igual que su hermana Laura.

Hoy dirige “Hembra”, su propia obra de danza que durante 2011 y 2012 recorrió importantes ciudades del país como Mar Del Plata, Gualeguaychú y, por supuesto, Buenos Aires. Este 11 de octubre regresa a la cartelera porteña presentándose en el teatro El Cubo, sito en Zelaya 3053, donde todos los viernes a las 21 se podrá vivir una intensa experiencia, de la mano de ocho bailarinas en “estado salvaje”.

Ana Azcurra. Foto: Eugenia Balerdi.

Ana Azcurra. Foto: Eugenia Balerdi.

La interesante propuesta refiere a la exposición de la naturaleza femenina en su aspecto animal, sin imposiciones sociales o culturales de por medio. Según su creadora, la pieza narra estados vivos en la mujer que movilizan, tocan y atraviesan su esencia. Por esta perspectiva “primitiva” del cuerpo y de la función de la mujer, Ana decidió combinar sus habilidades en jazz y contemporáneo con matices africanos para transmitir la idea.

En una conversación con la coreógrafa y bailarina pudimos conocer algunos de los aspectos más profundos de su trabajo, su concepción sobre la danza y el camino que la llevó a crear esta exitosa obra.

R: ¿Cómo fue el proceso por el cual transitaste hasta convertirte en coreógrafa?  ¿Considerás que hubo algún momento clave de tu vida que te hizo dar cuenta de que además de bailar también podías ser autora de tus propias obras?

A: Fue un proceso de mucho tránsito personal vivido. Surgió casi como un deseo de expresión, de poder contar, de poder utilizar a la danza como lenguaje propio. Sin darme cuenta un día tenía armadas muchas coreografías, y siempre habitaba un esqueleto emocional, que lo motorizaba y era transformado por cada una de las intérpretes en su propio guión. Eso me interesa mucho de la danza, la manera en que cada uno de nosotros tomamos los “pasos coreográficos marcados”, los hacemos carne, los vivenciamos, nos comprometemos.  Ahí se genera la magia de lo particular. Es lo particular lo que verdaderamente llega, ya sea en un espectador, en un observador de un cuadro, de una escultura o de una música maravillosa Es en lo propio y genuino de cada ser donde está eso que trasciende y se transforma en hecho artístico.

Momentos claves de mi vida para notar que además de bailar podía crear, los relaciono directamente con cargas fuertes emocionales. Ya sean placenteras o dolorosas, ya sean de luz o plena oscuridad. Es más, te diría que las de oscuridad son bien jugosas para montar coreografía: uno se instala allí, aparece una música que te llega a las entrañas y no hay otra cosa para hacer que bailar, perderse en el movimiento sin que aparezca la mente… un motor vivo que te lleva solo, solo. ¡Cuánto disfrute hay en eso! Y cuánto transforma, y sana el dolor, en caso de que uno esté parado ahí.

Hembra. Foto: Eugenia Balerdi.

Hembra. Foto: Eugenia Balerdi.

R: Siendo tu fuerte la Danza Jazz, ¿qué te motivó a incursionar en la Danza Contemporánea? ¿Qué posibilidades encontrás en esta técnica para lograr una complementación con el jazz y el teatro?

A: Mi formación como bailarina, es verdad que fue la danza jazz, más que nada desde mis 8 años hasta mis 15. Luego no tuve opción que abrirme y tomar clásico, contemporáneo, lyrical jazz, modern jazz, etc. Y luego me permití otra nueva apertura que me hizo conocer el contact, el clown, el teatro y el canto.

Ser alumno y aprender es el acto más maravilloso para seguir creciendo, para formarte y para cargarte de herramientas nuevas, de disparadores nuevos, y de no “acomodarte” en un solo registro en el que sabés que funcionás bien y es seguro. Los desafíos nos despiertan. Y ser artista es estar bien despierto. No me refiero a un bien moral, sino que “bien despierto” significa sentirse vivo y con nuevos campos por descubrir.

“Hembra” tiene dentro de ella muchos estilos y diferentes técnicas me ayudaron a que así sea. Es una fusión de jazz, contemporáneo, latino, afro y contact, según la necesidad de contar «qué» me surgía, además de la música apropiada. También he viajado a Japón con una compañía latina en la que aprendí muchísimo de compañeros cubanos, brasileños, todo lo étnico y la identificación de nuestra tierra: Latinoamérica. Todo sirvió. Todo sumó.

R: ¿Cómo podrías describir la idea central de “Hembra”?

A: “Hembra” representa el universo de la mujer en diferentes estados emocionales puros, sea cual fuere su etnia, anatomía, credo o religión. Estados natos, genuinos y profundos que nos atraviesan a todas las mujeres. En mayor o menor grado, pero innatos a nuestra naturaleza. “Hembra” busca meterse en la energía animal de una mujer, por eso la obra tiene ese nombre.

Trata también sobre la mujer situada en la verdad, desprovista de toda intervención social o cultural. La pieza narra estados vivos en la mujer que movilizan, tocan y atraviesan nuestra esencia. Estamos vivas, sentimos, nos pasan cosas más allá de lo que “generamos” que nos pase. Es la energía más primitiva que nos habita.

Foto: Eugenia Balerdi

Foto: Eugenia Balerdi

R: ¿De dónde nació la inspiración para contar esta historia?

A: «El cuerpo delata» supo decirme sabiamente una amiga muy querida mía. El mío lo hizo. Atravesó mucho en muy poco tiempo. Despertó emociones. Desató verdades. Me pasaron en el margen de dos años muchas vivencias intensas como mujer: dolorosas, bellas, de angustia, vacío, de “no entender” porque a mí me ocurría tal cosa. Desde lo más visceral tuve una enorme necesidad de compartirlo a través del arte.

“Hembra” es el fruto de ese tránsito. El hacerme cargo de que me sucedía todo lo que me sucedía porque las cosas pasan, porque estar vivo ya es un enorme misterio. Creemos “saber” y en realidad no sabemos nada. Creemos estar “seguros”, pero la seguridad no existe.

“Hembra” es estar en carne viva y al mismo tiempo refugiada en terciopelos. Entra por la piel y modifica sin pedir mucho permiso. Todo está por descubrirse.

R: ¿Por qué decidiste que fueran 8 las bailarinas que interpretaran la obra?

A: Ocho somos un fragmento de mujeres que pueden extraerse de millones de mujeres. Serían ocho representantes de un mundo de hembras, cada una con sus particularidades, sus mundos y sus vivencias; y a la vez, todas siendo una. Es difícil de contar por qué son ocho, y no más, ni menos. Mucho más fácil es sentarte en la butaca y entregarte a descubrirlo.

Foto: Eugenia Balerdi

Foto: Eugenia Balerdi

R: ¿Cuáles son tus expectativas respecto de este reestreno? ¿Pensás que las mujeres pueden identificarse con las ideas planteadas en la obra respecto del género femenino?

A: Lo sé con seguridad que se identifican. No porque soy vidente (se ríe), sino porque la obra tuvo su bagaje en el año 2012 de funciones y lo que recibía de las espectadoras era muy intenso, ya que cada una tenía su propia realidad. Algunas lloraban mucho, otras se reían, otras se hacían preguntas personales viendo la obra y otras quedaron movilizadas sin saber bien porqué. Ya eso me sobrepasa y es lo que más me gusta. Ya la obra es de la obra. No es mía, sino de cada ser que quiera abrirse y habitarla.

Como cada vez que uno repone una obra estrenada, la renueva, le suma cosas, le cambia otras, profundiza, la escucha. Si escuchás lo que una obra te va diciendo, sumado el tránsito de su propio camino, se pone cada vez más interesante.

“Hembra” es un viaje donde se combina lo bello de la sensibilidad con la animalidad del sentir. Es una mezcla  irracional de sensaciones perfectamente fusionadas. Es movimiento puro y el existir intuitivo.

Sumergirse en el mundo de las hembras es un vacío terriblemente peligroso, muchas veces creador, y a la vez sumamente tentador. Todo se está por descubrir, solo es cuestión de ver y  verse al mismo tiempo.

CUÁNDO Y DÓNDE

Funciones: Viernes 21 hs. Estreno 11 de octubre. Teatro El Cubo -Zelaya 3053-

Localidades desde $ 90.- En venta en el teatro y por Tuentrada.com

+info www.hembrabaila.com.ar  FB: www.facebook.com/hembraobra