Fotografía, danza y estrellas, en el primer festejo de Balletin Dance por sus 20 años

Por María José Lavandera – Tw: @majolavandera “La fotografía es, antes que nada, una manera de mirar”, dijo la brillante ensayista estadounidense Susan Sontag. Y parece ser así: una forma de arte emerge allí donde esa mirada logró, a través del dispositivo, posarse en un momento y plasmarlo hacia el infinito. Y en la danza, […]

viernes, 14 de febrero de 2014 |

Por María José Lavandera – Tw: @majolavandera

La fotografía es, antes que nada, una manera de mirar”, dijo la brillante ensayista estadounidense Susan Sontag. Y parece ser así: una forma de arte emerge allí donde esa mirada logró, a través del dispositivo, posarse en un momento y plasmarlo hacia el infinito. Y en la danza, especialmente, el tiempo del movimiento da cuenta de segundos. La fotografía logra inmortalizar un pequeño –muy pequeño- espacio de tiempo en que algo sublime sucede. Un relato sobre el arte a través del arte: la manifestación irrepetible de una lejanía, el aura de Walter Benjamin, aflora en esos instantes captados por esa mirada aguda que se agazapa detrás del lente.

La danza, a través de la fotografía, alcanza otro esplendor. Este arte escénico, temporal, este arte del fluir de los cuerpos, se encuentra allí con la permanencia: la conjunción resulta en un espacio y un tiempo diferentes, plenos. Los cuerpos se desvisten en un segundo eterno. Y quedan allí como prueba de la particular magnificencia con que transcurren. La danza atesora, finalmente, una renovada plenitud.

Balletin Dance, primera editorial de textos sobre danza y de la revista del mismo nombre, este 2014 cumple nada menos que 20 años. Trayectoria enorme si las hay, de la mano del esfuerzo y la pasión de su directora, Agustina Llumá. Y para festejarlo –e inaugurar un año de homenajes y actividades diversas que terminará en una gran celebración – organizó una maravillosa muestra de fotografías de danza en el Centro Cultural Borges, cuya apertura fue el 13 de febrero. Los artistas convocados para la ocasión son algunos de los más renombrados fotógrafos de artes escénicas de nuestro país: Alicia Sanguinetti, Máximo Parpagnoli, Guillermo Genitti, Antonio Fresco y Carlos Villamayor.

Guillermo Genitti, Agustina Llumá, Máximo Parpagnoli, Alicia Sanguinetti y Carlos Villamayor, festejando los 20 años de Balletin Dance, en una nuestra hermosa. Foto: REVOL.

Guillermo Genitti, Agustina Llumá, Máximo Parpagnoli, Alicia Sanguinetti y Carlos Villamayor, festejando los 20 años de Balletin Dance, en una nuestra hermosa. Foto: REVOL.

La curaduría y la organización del material fue un acto de colaboración y solidaridad entre los fotógrafos, todo al amparo y el apoyo de Balletin. “La muestra fue curada por los cinco fotógrafos que integramos esta muestra. Nos juntamos, cada uno con su preselección, y llevamos el doble de lo que exponemos. Desde un comienzo fue trabajo en equipo. Se logró un trabajo enorme y muy lindo”, indicó ayer, con una sonrisa enorme, Guillermo Genitti, fotógrafo del Teatro Argentino de La Plata. Alicia Sanguinetti, hija de la mítica fotógrafa Anne-Marie Heinrich, completó con una sentencia que resumió el clima de felicidad y realización que envolvió la apertura: “Fue hermoso trabajar juntos”.

Simpatía y mucho arte, de parte de Guillermo Genitti, en la muestra de Balletin Dance. "La danza me inspira", dijo. Foto: REVOL.

Simpatía y mucho arte, de parte de Guillermo Genitti, en la muestra de Balletin Dance. «La danza me inspira», dijo. Foto: REVOL.

Máximo Parpagnoli, fotógrafo del Teatro Colón, indicó que para él, la muestra es aquella que “todo fotógrafo alguna vez quiso hacer, porque nos hemos sentido cuidados, respetados en todo momento por la revista Balletin Dance, por Agustina. Aparte de eso se ha confabulado un excelente equipo técnico”.

Agustina Llumá, flamante creadora y directora de Balletin, dijo a REVOL respecto de la gran trayectoria de su iniciativa, cuyo mantenimiento demanda constantes atención, esfuerzo y perseverancia: “Verdaderamente son muchos años. Siempre lo que nos guió fue la pasión por hacerlo. La misión principal fue comunicar e informar el mundo de la danza desde un punto de vista horizontal, creando vínculos entre todos y respetando el trabajo de cada uno”.

Para ella, iniciar este año de festejos con una muestra de fotografía es un homenaje a la danza misma, a los artistas que nutrieron las páginas de Balletin Dance y una forma de potenciar la fotografía de danza como especialidad: “La fotografía es fundamental. Una imagen dice más que mil palabras. En el caso de la danza, la fotografía especializada es muy limitada. Los fotógrafos convocados tienen mucha trayectoria”.

Para este año, además, contó Agustina que tienen pensado presentar diversas actividades por medio del área de capacitación docente: “Ahora este mes se presenta un nuevo libro, vamos a hacer una segunda edición dedicada a Santiago Ayala “El Chúcaro”, lanzamos una colección de DVDs de clases de danza”, comentó.

En el evento se hicieron presentes algunos de los fotografiados, quienes integran la plana mayor de nuestro firmamento dancístico: los coreógrafos Mauricio Wainrot y Alejandro Cervera, Nancy Bocca, los bailarines del Teatro Colón Nadia Muzyca, Federico Fernández, Paula Cassano y Natalia Pelayo, el bailarín del Teatro Argentino Esteban Schenone, Pablo Fermani – bailarín de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea-, el maestro Rodolfo Romero, Maximiliano Guerra y su esposa, la bella Patricia Baca Urquiza, y el productor Juan Lavanga, entre otros artistas.

Maximiliano Guerra y Patricia Baca Urquiza, junto a la querida Alicia Sanguinetti. Foto: REVOL.

Maximiliano Guerra y Patricia Baca Urquiza, junto a la querida Alicia Sanguinetti. Foto: REVOL.

Federico Fernández y Paula Cassano, bailarines del Teatro Colón, fueron protagonistas de las fotografías. Foto: REVOL.

Federico Fernández y Paula Cassano, bailarines del Teatro Colón, fueron protagonistas de las fotografías. Foto: REVOL.

La fotografía de danza, una especialidad

Para los cinco fotógrafos fue un honor haber sido convocados por la editorial para hacer la muestra. La fotografía de danza es verdaderamente una actividad particular, con pulsos y técnicas propias. Guillermo indicó: “Hacer fotografía de danza es lo máximo. Me inspira completamente. Me gusta jugar entre el director de la orquesta y los bailarines. Quienes trabajamos en teatro, tenemos la suerte de ver desde el nacimiento de la obra, los ensayos hasta el estreno. Te vas enamorando de ella y así llegás a captar momentos especiales”.

Carlos Villamayor, quien fue bailarín en el Teatro Argentino de La Plata y se entusiasmó con la fotografía durante un viaje a Italia, explicó que: “Hacer fotografía de danza es una especialidad. Sobre todo de danza clásica. Hay que conocer el ABC para que las posiciones sean correctas. Nunca se toma el movimiento, sino donde termina el movimiento de cada paso”.

Carlos es una de las personalidades de la danza más queridas: él dice que es, de los cinco, el fotógrafo con “menos experiencia”. Sus fotos, sin embargo, muestran un ojo sensible y una pericia que emocionan. Así lo piensa el bailarín Pablo Fermani, uno de sus retratados, para quien también fue especialmente movilizante ser parte de la muestra con una fotografía suya que representa una obra coreografiada por él mismo: “Carlitos tiene un ojo y una sensibilidad que no dejan de asombrarme. Personalmente, me llena de honor y orgullo estar en esta exposición. Es ser parte de la historia de la danza argentina. Es una foto muy particular, de una obra que yo mismo creé, “En la lona”, y personalmente marcó en mi vida una de las crisis más fuertes que tuve como persona. Que esté acá, me emociona mucho”.

Pablo Fermani, bailarín de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea, posando con su foto, tomada por Carlos Villamayor. Foto: REVOL.

Pablo Fermani, bailarín de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea, posando con su foto, tomada por Carlos Villamayor. Foto: REVOL.

Parpagnoli explicó que las habilidades para desarrollar buenas fotografías de danza se van adquiriendo en un proceso de aprendizaje práctico: “Al comienzo, uno saca fotografía de danza, viendo. Uno sigue al bailarín. Después se da cuenta que la vista no alcanza e incorpora el oído, porque se da cuenta de que si uno sigue la música, es posible anticiparse con mucha justeza a lo que va a pasar. Después, uno aprende a respirar y sabe en qué momento dejar de hacerlo para que esa foto no salga movida. Finalmente, es importante la sensibilidad en el tacto, de conocer la cámara: cuál es la presión exacta. Aún cuando todo eso se conjuga, falta un elemento más y es la razón por la que digo que uno saca fotografía de danza con el alma: cuando el bailarín o bailarina permiten al fotógrafo ver su estado de vulnerabilidad más absoluta y se entregan a su arte. Por eso, yo siempre digo que dependemos de los bailarines: gracias a que ellos se expresan, el arte supremo del baile permite hacer el nuestro”.

Alicia Sanguinetti, por su parte, quien también fuera bailarina cuando pequeña, indicó que “ahora siento que bailo con la cámara” y aseguró que “para hacer fotos de danza, uno tiene que conocer el idioma. Y seguir aprendiendo constantemente: porque no es lo mismo el ballet, que la danza contemporánea, que las danzas folclóricas”. ¿El secreto de una gran foto? No son los elementos técnicos precisamente, sino la emocionalidad captada en los cuerpos a través del conocimiento que se tiene de ellos y de las obras: “Creo que el secreto para una buena fotografía de danza es haber ‘bailado’ con ellos en sus ensayos, haber estado en las funciones. Amar la danza, la música. Estar en contacto con los bailarines cuando construyeron sus personajes, entender lo que sienten”.

Mauricio Wainrot, Paloma Herrera... parte de una hermosa muestra fotográfica. Foto: REVOL.

Mauricio Wainrot, Paloma Herrera… parte de una hermosa muestra fotográfica. Foto: REVOL.

Para finalizar la noche, se entregaron los premios al Primer Concurso de Fotografía de Danza, organizado por Balletin Dance en 2013

Antonio Fresco: el extrañado ausente

Antonio Fresco no se hizo presente en la apertura dado que el día anterior, durante la organización de la puesta, le fue robada su cámara de trabajo, lo cual fue de gran impacto para él. De tal modo, Balletin Dance está organizando una rifa solidaria para ayudarlo en la compra de un equipo nuevo: los números se pueden comprar online o personalmente en la sede de la editorial, sita en Adolfo Alsina 943 · 4º piso · Oficina 410, Ciudad de Buenos Aires.

El premio es uno de los cuadros expuestos en esta ocasión, que se entregará con certificación de firma.

Para más información, es posible comunicarse vía Facebook, vía mail a info@balletindance.com.ar o vía telefónica al 4331-0412.  

Cuándo y Dónde      

La exposición estará vigente hasta el 9 de marzo, todos los días, en el Centro Cultural Borges (Viamonte esq. San Martín, CABA).

El 24 de febrero, a las 20 horas, en el Centro Cultural Borges, se realizará una charla gratuita y visita guiada a través de la muestra en la cual cada uno de los fotógrafos explicará los detalles del trabajo expuesto.

Luego la muestra se presentará en diversas ciudades en el resto del país, donde cada uno de los fotógrafos viajará en representación.