«Carnes», de Gustavo Soto: cuando la danza es más institución que arte

Por María José Lavandera – Tw: @majolavandera Cuando le preguntamos a su autor si respondería algunas preguntas acerca de su obra “Carnes”, dudó un poco. Es que para él, según nos dijo, “a la hora de crear una idea y llevarla al movimiento, no siempre hay una explicación tan puntual y lineal”. Es que a […]

jueves, 27 de febrero de 2014 |

Por María José Lavandera – Tw: @majolavandera

Cuando le preguntamos a su autor si respondería algunas preguntas acerca de su obra “Carnes”, dudó un poco. Es que para él, según nos dijo, “a la hora de crear una idea y llevarla al movimiento, no siempre hay una explicación tan puntual y lineal”. Es que a veces la danza no tiene explicación, indica este coreógrafo. Sin embargo, se animó a encerrar un poco el sentido y dar palabras a aquello que, en alguna medida, buscó transmitir. La negativa quizás fuera parte de la propia crítica de la obra, si uno lo piensa…

 Gustavo Soto es el creador de la mencionada obra, que pronto verá la luz en el Teatro El Popular (Chile 2080, CABA) –el 2 de marzo de 2014-, y que indaga en la construcción social de los cuerpos como carnes intercambiables, consumibles, desechables. Desnudeces, emociones, imperfecciones y virtudes, todo lo metaboliza un reducto cultural que transforma la inherente humanidad del cuerpo en un objeto que debiera tener determinadas características y no otras para ser exitoso.

Quizás decirlo sea también atarlo; un secuestro cristalino que lo despoja de sus fenomenológicas verdades. Por eso quizás, Gustavo, hasta ahora, elegía no decirlo demasiado.

"Carnes", de Gustavo Soto, una introspección crítica a los cuerpos que la danza cataloga y prioriza. Foto: Gentileza Gustavo Soto.

«Carnes», de Gustavo Soto, una introspección crítica a los cuerpos que la danza cataloga y prioriza. Foto: Gentileza Gustavo Soto.

Para él fue crucial su propia experiencia de vida en la construcción de su obra: “Esta obra de danza  nace de mi experiencia de estudio y preparación no sólo en la danza, sino en el teatro, ámbito donde fueron mis comienzos previos al movimiento. He vivido y visto de todo -positivamente y negativamente- tanto en mis compañeros de estudio, maestros y colegas profesionales: rivalidades, envidias, maltratos psicológicos. He visto algún que otro golpe en la nuca para que la espalda esté derecha, en la clase de danza clásica; he visto cómo algunos esconden las puntas, o las zapatillas de media punta a otras compañeras; también he experimentado que no te ayuden en lo que quisieras emprender y el no apoyo a lo que uno gestiona en el arte independiente. La devaluación que te hacen los maestros que alguna vez fueron los que te enseñaron, la no creencia a lo que uno puede hacer como profesional, el de ignorarte en una clase y sin ninguna explicación desaprobarte. Así también están los buenos y grandes maestros que te quedan en el corazón por sus enseñanzas y sus palabras de aliento para que mejores día a día, los buenos compañeros que se convierten en amigos, las ayudas desinteresadas cuando las pedís, un abrazo, un beso, una buena mirada de aprobación, tal vez sin decirlo. A la hora de componer siempre lo hago desde una premisa de mi vida, de lo que he pasado, de lo que he vivido”.

“Carnes” es la tercera obra de este egresado del IUNA. La temática del cuerpo y la construcción de la sexualidad fueron las constantes en sus piezas previas, que ya gozaban de una impronta crítica y de elaboración personal. “’Labial’ (2010), un solo, fue mi primer obra; se debió a un amor adolescente que nunca fue; estaba completamente enamorado de una persona que nunca me perteneció de la manera que yo hubiera querido. En la obra construí una mujer, tal vez, aquella que hubiera querido ser en ese momento. Mi segunda obra ‘Fucsia’ (2011), un trío coreográfico, dos mujeres y un varón, trataba sobre la elección de la identidad de género: se fundaba en el transcurrir de los tres personajes en sus elecciones de vida”.

"Carnes", de Gustavo Soto. Estrena el 2/3/2014. Foto: Gentileza Gustavo Soto.

«Carnes», de Gustavo Soto. Estrena el 2/3/2014. Foto: Gentileza Gustavo Soto.

Serán quizás las ganas de elaborar aquello que duele, aquello que deja a uno en un camino que parece no ser el habitual. “Quise contar algunas injusticias que veo: tengo compañeras que son excelentes bailarinas y que no son aceptadas en obras ni en instituciones porque no son tan delgadas o tienen cola grande o piernas o mucho busto. Por otra parte, quedan habitualmente los varones altos, delgados y predomina siempre la estética clásica. En ‘Carnes’ trabajo la variedad de los cuerpos que en este caso son cuatro: uno gordo, otro extremadamente delgado, otro intermedio y un varón hermoso y alto. Cada personaje fue elegido y pensado y convocado por mí. El ‘cuerpo gordo’, por así llamarlo, ‘el cuerpo no tradicional de la danza’ fue pensado exclusivamente para Nuria, que es la intérprete de expresión corporal y no practicó nunca la técnica clásica. Los otros tres personajes sí debían ser bailarines y dominar las tres técnicas que trabajo por lo general en mis obras: danza clásica, contemporánea, moderna y danza jazz”.

"Carnes", de Gustavo Soto. ¿Qué pasa con los cuerpos institucionalizados por la danza cuando ésta misma se institucionaliza? Foto: Gentileza Gustavo Soto.

«Carnes», de Gustavo Soto. ¿Qué pasa con los cuerpos institucionalizados por la danza cuando ésta misma se institucionaliza? Foto: Gentileza Gustavo Soto.

El contexto para estos cuerpos en escena es un frigorífico. La metáfora encuentra su espacio perfecto para entrar en acción y considerar una reflexión sobre las búsquedas y las necesidades del ámbito escénico profesional, que puede pecar de tan fetichista como cruel y descuidado. Gustavo desliza finalmente una postura política: “Nos transformamos en pedazos de carnes en este mundo; somos tratados así. Y así es como te sentís muchas veces después de una audición en la que no quedás. Esta idea del ‘servir’. Si servís o no. La idea de gotas de sangre que caen como lágrimas de esas realidades vividas y transcurridas en la vida de un bailarín, tan no cuidada, sin una ley, y sin ningún apoyo a veces de tu familia, amigos o pareja”.

Una purga, una reflexión, un debate. ‘Carnes’ parece que deshace movimientos a través del movimiento. Porque la mejor crítica es la que puede hacerse desde el trabajo mismo.

La música fue compuesta especialmente para esta obra y es de Alberto Quercia Lagos.

CUÁNDO Y DÓNDE

Estreno para público y prensa: domingo 2 de marzo, a las 18hs.

Funciones: domingos a las 18hs. Duración: 40 minutos | Teatro El Popular: Chile 2080 (CABA) | Reservas: 2051 8438 | Entrada general: $70 general. Estudiantes y jubilados: $50

Ficha Artístico Técnica

Intérpretes: Belinda Actis, Nuria Vadell, Romina Alaniz, Damián Saban y Jorge Alberto | Música original e Ingeniería de sonidos: Alberto Quercia Lagos | Diseño gráfico: Alejandro Elizondo | Camcoder VideoArte Danza: Roddy Castro | Fotografía: Martín Raviolo | Escenografía: Verónica Vojcicki | Diseño de Iluminación: Gustavo Soto | Vestuario: Marisa Elorriaga | Asistente de Producción: Alejandra Centanaro | Composición Coreográfica y Dirección General: Gustavo Soto