Si bien participante junto a Hernán Piquín de uno de los programas más vistos de la televisión argentina, Cecilia Figaredo hace tiempo que no la veíamos bailar “en carne y hueso”. Y esta vez, en sus palabras, lo hará junto a quienes ella considera como “su familia”. Es que es una de las bailarinas invitadas a participar, junto al bailarín folclórico Rodrigo Colomba, de tres de las presentaciones que realizará la bella Marianela Nuñez en nuestro país, además de continuar con su espectáculo “Boulevard Tango” en diversas provincias de Argentina.

Por un lado, el 16 de julio, en la gala “Marianela Nuñez y sus invitados”, en el teatro El Círculo, en Rosario y que se repetirá el 26 de julio, en el Teatro 25 de Mayo en Santiago del Estero, cuando compartirá cartel con muchos colegas como Karina Olmedo, Julieta Paul, Nahuel Prozzi, Bautista Parada. Por otra parte, ofrecerá una actuación estelar durante el espectáculo que ofrecerá Marianela el 18 de julio en la Sociedad Alemana de Villa Ballester, en San Martín (Gran Buenos Aires), cuando interpretará el segundo acto de “El Lago de los Cisnes” y algunas escenas de “Don Quijote”, en la versión coreografiada por Víctor Filimonoff.

Con su simpatía de siempre, Cecilia cuenta que esta oportunidad de bailar en la gira de Marianela para ella es “un gusto enorme”: “Me llamó Juan Lavanga para invitarme a ser parte de estas galas que va a hacer Marianela y me sentí muy honrada. La conozco a Marianela desde chiquitita, la vi crecer, te diría. Le tengo muchísimo cariño y mucha admiración como artista; es una de nuestras mejores bailarinas clásicas. En esta ocasión, nosotros vamos acompañando a Marianela. Estas funciones serán para disfrutar de estar con nuestros pares, ‘en familia’, y que ella disfrute de estas presentaciones que está teniendo en su país, cuando pasa tanto tiempo bailando afuera. Van a ser una fiesta. La verdad que no dudé ni un segundo en decirle que sí. Es un reencuentro no sólo con ella, sino con muchos de los grandes bailarines argentinos que hay en el país. Formar parte de este grupo a mí me da mucha alegría”, asegura la bailarina.

Cecilia interpretará dos obras: una zamba -“Recuerdo para un reencuentro”- de Margarita Fernández y Mariano Luraschi y “Oblivion”, un tema de Piazzolla, con coreografía de Laura Roatta. Su partenaire será Rodrigo Colomba, quien es un bailarín del Ballet Folklórico Nacional y ganador de “PreCosquín” 2014. “Yo lo admiraba mucho desde la platea y me pareció que era una oportunidad para bailar juntos por primera vez”, comenta Cecilia.

Bailando en “El bailando”

Luego de una experiencia algo surreal para una bailarina clásica en el ámbito televisivo, Cecilia salió airosa de una competencia en la que la alta exposición es la regla. No obstante, a fuerza de excelencia, junto a Hernán, le puso el cuerpo al baile y, como suele suceder con los buenos artistas, hizo lo suyo con profesionalismo y maestría en ese escenario, como lo hizo en muchos otros a lo largo de su carrera. Igualmente, según cuenta, la extrañeza se hizo sentir: “Otro mundo, el año pasado. Ahora es estar en casa, con gente que conozco. Hace rato que en Buenos Aires no hacía nada. Esta es una buena oportunidad. El año pasado con Hernán tratábamos de mostrar lo mejor que podíamos hacer, cada ritmo, que eran cosas muy distintas una de la otra, y que nunca habíamos bailado, y… que nunca creo que volveré a bailar (risas). Era ese desafío total tratar desde nuestro entrenamiento y nuestra psicología de bailarines clásicos, tan esforzados siempre y dedicados a la labor, aplicar nuestra forma de trabajo, pero con diferentes estilos y ritmos que nos iban tocando. Por suerte lo atravesamos bien, quedamos los dos muy contentos con el papel que hicimos a nivel artístico”, cuenta Cecilia.

Para ella, formar parte del programa fue una oportunidad de acercarse a otros públicos, que valoraron su trabajo ampliamente [junto a Hernán, llegaron a la final del concurso]: “El público es muy diferente. Un poco lo vengo mamando de mis años junto a Julio [Bocca]. Si hay alguien que era ecléctico, era Julio. Esa cosa de no dejar a nadie afuera, de incluir, de hacer tantas funciones populares al aire libre y que todos pudieran disfrutar de lo que es la danza, era típica de él”, explica la bailarina.