Danzaterapia: Cuando la danza cura

Bien sabido ya es que bailar hace bien. Basta anotarse y tomar un par de clases de alguna disciplina dancística para que uno salga de buen humor, con el cuerpo movedizo y la mente fresca. Sin embargo, la danzaterapia, si bien se fundamenta en los placeres del movimiento, lo lleva un poco más allá: la […]

viernes, 11 de octubre de 2013 |

Bien sabido ya es que bailar hace bien. Basta anotarse y tomar un par de clases de alguna disciplina dancística para que uno salga de buen humor, con el cuerpo movedizo y la mente fresca. Sin embargo, la danzaterapia, si bien se fundamenta en los placeres del movimiento, lo lleva un poco más allá: la danza se convierte así en mecanismo de tratamiento. La Asociación Americana de Danza Terapia (ADTA) define a la danzaterapia como “el uso psicoterapéutico del movimiento para promover la integración emocional, cognitiva, física y social de un individuo”. Surgió en Alemania en los años ’20, de la mano de Rudolf von Laban, maestro húngaro de danza moderna. Sus discípulas, Franziska Boas, Marina Chace, Liljan Espenak, Mary Whitehouse y Trudi Schoop, bailarinas profesionales de danza moderna, indagaron, una vez emigradas a Estados Unidos durante la 2° Guerra Mundial, en los beneficios de la danza en personas con problemáticas psiquiátricas.

Y este sábado 12 de octubre quienes lo deseen tendrán su oportunidad de probar de qué se trata. Entre las 15 y las 17,  Denise Cabezas -psicóloga, terapeuta en danza movimiento-, Josefina Reyes -bailarina del IUNA y terapeuta en danza movimiento- y Cecilia Janin – psicóloga y terapeuta en danza movimiento terapeuta- ofrecerán una clase abierta.

Conversamos con Denise y Cecilia, quienes nos contaron cómo se trabaja el movimiento cuando la danza se convierte en terapia:

R: Hay algo que siempre se dice acerca de que “el arte hace bien”. Sin embargo, tomarlo como una terapia es darle una vuelta de tuerca para abarcar otra aproximación y trabajar con las emociones. ¿Cómo se encuentra alguien que nunca se aproximó a la danza con el movimiento y el cuerpo en este sentido?

D: No es importante conocer un arte en específico. Sí lo es dejarse llevar y experimentar a través del cuerpo y otros elementos mediadores, como la música y la pintura, en función de conectarse con fibras mucho más internas a las que de otra manera no se puede llegar. Tener este abordaje terapéutico permite que esas emociones que nacen en contacto con una disciplina artística no queden en la nada. Uno va a la clase de danza y sale bien… o mal. Te das cuenta que movilizaste algo, pero qué es eso es lo que nosotras indagamos. La posibilidad de hacer abordaje terapéutico y poner en claro que sucedió allí permite dar una vuelta de tuerca. Clarificar las cosas.

R: ¿Cómo es el proceso de trabajo habitual?

D: Las personas te van llevando y vas viendo las necesidades de cada uno. Vas respondiendo a eso. El vínculo se construye de a dos o en el mismo grupo en sí. Uno va leyendo corporalmente, viendo más allá de lo evidente, entendés qué es lo que la persona necesita. Uno a veces tiene pautas muy marcadas, pero son las personas que marcan el ritmo de lo que sucede. Y el arte te permite tener más herramientas para responder a eso que se genera en clase. El método se va adaptando a las personas participantes. Ir trabajando con los emergentes para trabajar desde ahí.

C: Siempre las actividades están planificadas, con un orden y un objetivo, pero la idea es que en estas clases abiertas no vayamos tan profundo, para que la gente no se quede movilizada y sin proceso en el tiempo.

La danzaterapia trabaja sobre la integración emocional, cognitiva, física y social de un individuo. Foto: Gentileza Cecilia Janin.

La danzaterapia trabaja sobre la integración emocional, cognitiva, física y social de un individuo. Foto: Gentileza Cecilia Janin.

R: ¿Cómo es la experiencia de conexión propia con esta disciplina? ¿Cómo viven la emergencia de emociones?  Cuando uno habla, contiene lo que le pasa; corporalmente es más difícil…

D: En realidad, cuando acompañás a alguien en el proceso, es posible ver que el cuerpo se anticipa a ese proceso. Cuando una persona te dice algo, vos lo viste antes, porque esa persona ya lo empezó a manifestar antes. Uno siempre da una consigna a tratar: cada uno va elaborando lo suyo desde ahí. Siempre hay un grado de incertidumbre. Lo bueno que tiene este dispositivo es que tenés la libertad de estar conectada todo el tiempo, como profesional, con vos misma. Eso es lo más importante. Se trata de responder y trabajar también desde lo que yo voy sintiendo.

C: Y se pueden tratar todas las afecciones. Según cada patología, se amolda la técnica. Si no hay personas con patología, quizás es más fácil llegar a trabajar cosas del lenguaje corporal. Te valés de diversos recursos. Acá la idea es que uno tiene una concepción teórica y un encuadre, pero la idea es justamente que puedas adaptarte a lo específico de esa persona, no es la idea que la persona se adapte a tu forma de trabajar o al dispositivo que le llevás.

D: Es jugar. Es animarse a conectarse con lugares de uno muy ocultos. Es incursionar en un nuevo mundo. Todos los movimientos van tomando sentido.

R: ¿Cómo ves la mejoría de la persona a través del movimiento?

D: Hay personas que, por ejemplo, son muy rígidas y no pueden conectarse con lo concreto, con lo real ni con los otros: no cambian de plano, no tienen esta disposición. Te das cuenta que en el proceso, la persona se va conectando con otro, va pudiendo cambiar, caminar el espacio. Al comienzo quizás tenían movimientos muy cortados, y luego van generando fluidez.

C: También es súper importante pasar uno por esa experiencia personal en el cambio del movimiento. Al tener ese registro incorporado, te da más facilidad para captarlo en el otro. Mucho de lo que te pasó a vos en ese momento le está pasando al otro. Tenés esa memoria. Te tenés que sanar en el proceso para poder transmitirlo. Uno tuvo que pasar por el dejarse llevar, por el conectarse con el otro. Tratamos de tener mucho cuidado igual y que la persona no salga desbordada. No se trata de confundir liberar con el desborde incontrolable de las emociones. Que eso tampoco llegue a tu energía cero. Haberlo pasado, lleva a pensar lo que tenés que cuidar. Por nuestra formación como psicólogas, hay momentos en que hace falta la palabra.

R: Con la gente mayor, ¿cómo es el trabajo?

D: En realidad, está focalizado en que tengan un momento de esparcimiento y de relación, a lo que se suma el contacto corporal, apuntando a una resignificación del cuerpo. Hacemos hincapié también en potenciar los procesos cognitivos. Se trata de estimular ciertas áreas, sin que tengan una sensación como de “lo estoy haciendo mal”. Se trata de crear un juego, una coreografía sencilla y activarlos desde un lugar distinto y ameno. La idea es nunca posicionarse desde un lugar de déficit o carencia, sino que se trata de descubrir otra cosa. Es una nueva etapa que trae consigo muchas posibilidades. Si la persona tiene alguna así llamada “limitación”, lo vas a tener en cuenta para usarlo a tu favor. Quizás se trate de estar más presente vos con tu cuerpo y “prestárselo” para que complete el movimiento.

R: Chicas, ¿qué significa la danza para ustedes?

D: Para mí, es la vida.

C: Es la autenticidad. Ser uno mismo con todas sus partes.

CUÁNDO Y DÓNDE

Sábado 12 de octubre – 15 a 17
Hipólito Irigoyen 3581 1° A
Costo: $40.
Más info: www.facebook.com/cpcpsicoterapias / cpcpsicoterapias@gmail.com