El torso: espalda, brazos, alineación y fuerza muscular

La bailarina y maestra de técnica Victoria Mazari explica algunos puntos clave de la colocación de torso y espalda, indispensables para el equilibrio y el sostén de todo el cuerpo al bailar.

martes, 26 de enero de 2016 |

Por Victoria Mazari (*)

En ocasiones anteriores hablamos sobre la alineación general de músculos y articulaciones a la hora de hacer danza. Hemos hecho hincapié en piernas, pies y trabajos de rotación. Hoy nos toca mencionar la espalda y el tronco. Hay un ejemplo bastante didáctico para comprender hasta qué punto un mal trabajo de torso puede arruinar todo un buen esfuerzo del punto de apoyo, las piernas o la rotación

Utilizando la imaginación podríamos pensar en nuestro cuerpo  como una bandera y su mástil: para que la bandera flamee libremente, debe tener un mástil fuerte que proporcione el aplomo justo para permitir el movimiento fluido. Podríamos aplicar este ejemplo pensando que el torso es el mástil (costillas, dorsales, espinales, toda la columna vertebral y la correcta alineación de la cintura pélvica, el recto del abdomen y el centro), y que las piernas, la cintura escapular, la cabeza y los brazos son la bandera, los encargados de mantener un movimiento fluido, libre de tensión, que permita al bailarín esta maravillosa virtud de hacer las cosas más difíciles técnicamente, sin transmitir el esfuerzo a la expresión, a la línea o al movimiento.

Seguramente todos han escuchado el ejemplo que solemos poner los maestros acerca de que la espalda nos sostiene en el centro, como la barra cuando trabajamos sobre ella. Es por eso que podemos ver bailarines con un riguroso, prolijo y hasta virtuoso trabajo en la barra que luego no pueden mantenerse a la hora de pasar al centro o de tener que interpretar alguna pieza de danza que requiera movimientos que se salgan del lugar académico para funcionar como herramienta de la expresión e interpretación de un personaje o historia.

Cuando se trabaja sobre una sola pierna, el punto de apoyo es el lugar más importante a sostener, pero si no es acompañado por un sólido trabajo de espalda, es posible que por más fuerza y colocación que apliquemos, el torso no nos acompañe y se convierta, en vez de en una ayuda, en una carga, en un peso para el movimiento.

Entonces, si por ejemplo me encuentro haciendo un rond de jambe en láir no sólo necesito que mi pierna de soporte sostenga la rotación y colocación, sino que para darle libertad a la pierna el torso me tiene que estar manteniendo hacia arriba, activando el centro, expandiendo la zona dorsal para que desde esa colocación los brazos y hombros no hagan fuerza que en vez de ayudar al movimiento terminen pesando y desestabilizándonos.

A la hora de los giros tenemos un caso parecido: todos sabemos o hemos escuchado que quien puede sostener un buen balance en la posición deseada para girar debería poder mantenerse girando sin problemas. La cuestión es que, cuando tomamos una pirueta, hay otros factores como la coordinación y la inercia que pueden sacarnos de eje, perjudicando la salida o la llegada de un giro. Ahí es donde la espalda se convierte en el sostén principal. Dorsales y espinales fuertes nos darán el aplomo necesario para soportar la inercia que daremos para tomar un giro doble o el control para efectuar un giro planeado (lento y colocado).

Por último, hablaremos de los saltos y cambios de frente. A la hora de saltar, es necesario  -al igual que en el giro- que mi espalda sostenga la cantidad de impulso que darán mis piernas, además de que esa espalda correctamente colocada y sostenida nos permitirá elevar el centro para alivianar el salto y evitar poner tensión en cuello, cabeza y brazos. Siempre se debe tratar de proyectar la columna hacia arriba.

Los cambios de frente dependen de la rotación, la fuerza y coordinación de los dorsales; nuevamente si éstos no se activan, probablemente nos encontremos atascados en la mitad de un movimiento. Cuanto más seco y dinámico es el movimiento que queremos efectuar, más energía e inercia debemos aplicar; para esto, la espalda nos debe sostener para conseguir una buena elevación y, sobre todo, un prolijo y correcto regreso al suelo.

Puntos clave

Vamos a mencionar algunos puntos clave a tener en cuenta cuando trabajamos en clase, sobre todo para tenerlos correctamente fortalecidos mediante ejercicios y entrenamiento más allá de lo que se esté practicando. Las imágenes nos ayudan a ubicar los lugares y músculos mencionados, si bien vale aclarar que estos son solo algunos ejemplos, y sobre todo los más utilizados y nombrados en una clase de danza.

Segunda posición, correcta. Foto: Roxana Verdun.

Segunda posición, correcta. Foto: Roxana Verdun.

Segunda posición, incorrecta. Foto: Roxana Verdun.

Segunda posición, incorrecta. Foto: Roxana Verdun.

Brazos:

Es interesante poder trazar un paralelismo entre los tríceps (la parte interna del brazo) y los rectos internos. Podríamos imaginar que el tríceps es al brazo lo que el recto interno u abductores son a la pierna. Si logramos mover y sostener el brazo desde este lugar, el movimiento siempre será más liviano y lineal. Desde esta parte interna del brazo tenemos una motricidad más fina que usando los bíceps, que nos llevan a hacer directamente fuerza con los trapecios y deltoides. Si bien bíceps, deltoides y trapecios, por ser más fuertes, son necesarios, como hablamos siempre son músculos que siempre tenemos más desarrollados en nuestra vida cotidiana, por lo cual es importante tener igual disponibilidad muscular en aquellos lugares específicos que nos ayudan a bailar. El tríceps y el redondo mayor nos ayudarán desde la fuerza dorsal y espinal a sostener los brazos en cualquier posición.

Torso (parte superior de la espalda):

Los espinales y dorsales son, sin duda, los más utilizados por un bailarín. Los espinales son los encargados de sostener la columna vertebral; éstos la recubren para que reciba el menor impacto posible del movimiento y pueda soportar firmemente el eje. Los dorsales, hablando en líneas generales, recubren las costillas hasta la zona del omóplato, además de sostenerlo junto con el redondo mayor (antes mencionado), mantiene los omóplatos colocados, para lograr esa espalda plana que tan bella se ve en un bailarín y que resulta tan necesaria.

Cada cambio de frente necesita del impulso dorsal. La cantidad de giros dependerá, entre otras cosas, de la fuerza y colocación dorsal. Cada vez que desde las piernas o espalda demos impulso para movernos necesitaremos, además, la colocación dorsal.

Brazos en quinta. Colocación de torso. Fotos: Roxana Verdun.

Brazos en quinta. Colocación de torso. Fotos: Roxana Verdun.

Es importante tener en cuenta esto. Muchas veces durante el entrenamiento o estudio conseguimos levantar más alto las piernas, saltar más alto, agarrarnos mejor del piso, mayor profundidad en las flexiones (demi plié), más giros o velocidad, pero estos logros fluctúan y no sabemos bien por qué. Bueno, aquí tenemos una respuesta, simple pero difícil de llevar a la práctica: tanto dorsales como espinales y tríceps en el torso, más abdominales, cintura pélvica y parte interna de las piernas, deben estar siempre fuertes, activas y en constante sostén, para que  el logro en la ejecución de un movimiento ocurra cuando nosotros lo deseamos y no dependa de factores casuales. Esto es ni más ni menos lo que llamamos TÉCNICA. Poder dominar nosotros al movimiento y no que el movimiento nos domine a nosotros.

Torso (parte inferior):

Hay que hacer hincapié en que para que toda la estructura y colocación de la espalda funcione la musculatura abdominal (la parte de adelante del torso), debe estar igual de trabajada y fortalecida. En principio diremos que los abdominales oblicuos tienen en nuestra anatomía una ubicación circular que los conecta directamente desde el recto del abdomen hacia la zona dorsal; por esto es que los oblicuos son tan importantes y tan trabajados a la hora de la preparación física dado que intervienen en todos los movimientos del torso.

El dorsal ancho llega hasta la altura de las crestas ilíacas y se conecta directamente con éstas para elevar el tronco y quitar peso a las piernas, para sostener los arabesque y dar el impulso correcto para los cambios de frente.

Otra cosa importante para pensar es que toda la musculatura está activa todo el tiempo y el balance tiene que ver con que la fuerza de un músculo sostiene un determinado lugar que ayuda a otro músculo a hacer otra fuerza. Toda esa cadena nos lleva a lograr los movimientos deseados. Por esto mismo es tan necesario manejar la motricidad fina de la musculatura, es decir, no sólo los músculos de la potencia, sino los de sostén y dirección.

Brazos en primera. Colocación de torso. Fotos: Roxana Verdun.

Brazos en primera. Colocación de torso. Fotos: Roxana Verdun.

Para finalizar dejaremos una imagen de una posición, que si bien no es un paso de danza ni una forma, ni se usa para bailar, ayuda mucho a la hora de encontrar la correcta colocación de la espalda, siempre consultando al maestro previamente, podemos hacer algunos ejercicios de la barra usando esta posición  para sentir cómo debemos colocarnos y cuán necesaria es la fuerza de la espalda, cuando se utiliza correctamente. Es importante tener en cuenta que en la posición que vemos a continuación, los codos deben estar a la altura de los hombros, no más atrás ni más abajo. Debemos poder trazar una línea imaginaria entre la axila y el codo, rotándolos un poco hacia adelante; esto colocará omóplatos y tríceps, y es fundamental que pensemos que en esta posición las costillas tienen que estar cerradas y bajas, tratando de relajar cuello y trapecios.

Trabajo de espalda. Foto: Roxana Verdun.

Trabajo de espalda. Foto: Roxana Verdun.

A veces se puede trabajar todo esto en clase y a veces no, pues el hecho de pensar en combinaciones de pasos o en seguir la música -entre otras cosas-, nos desvían la atención y ahí es donde ayuda muchísimo hacer una preparación muscular externa a la clase de danza o antes de la misma. Así, estos músculos y fuerzas conectadas y colocadas se activarán solos sin que estemos pensando cuándo hacerlo en determinado paso.

Los maestros, en mi opinión personal, deben enseñar estas herramientas al alumno, incluso desde pequeños, aunque no sea un tema particularmente entretenido para los niños, debe encontrarse la manera de que vayan entendiendo que cada movimiento tiene una mecánica y que, cuanto antes se incorpore, mejor nos podremos entregar al disfrute de la danza.
Los alumnos deben sentirse en libertad de preguntar a los maestros en el caso de que se nombren zonas o lugares específicos que desconozcan.

 También es interesante buscar la forma de que cada clase tenga antes de comenzar una introducción a la mecánica del movimiento, lo cual sucede mucho en clases de jazz o contemporáneo, pero en el ballet -al igual que en otras disciplinas anteriores en el tiempo y mucho más tradicionales- aún no se tiene esta costumbre de entrenamiento totalmente arraigada.

 

(*) Victoria Mazari fue alumna de la Escuela Municipal de Danza Norma Fontenla y del gran Maestro y bailarín Ruben Chayan. Bajo su tutela ganó concursos provinciales e internacionales. Formó parte del Ballet Juvenil de Mar del Plata dirigido por Chayan. Obtuvo beca de estudio en la Fundación Julio Bocca. Integró el Grupo La Rayuela y el Ballet Neoclásico de Buenos Aires. Fue alumna del maestro Alfredo Gurquel y Juana Lederer e integró el Grupo de Danza que ellos dirigían. También integró la Compañía Expresarte Danza-Teatro. Desde 2011 integra el Ballet Metropolitano de Buenos Aires, con el que ha realizado diferentes giras por el país, Chile, Uruguay y conformó parte del elenco que el MET llevó a su primera gira en Rusia en 2012. Fue integrante de las tres temporadas que esta compañía realizó con mucho éxito en C.C. Konex. Dirige la compañía Danseur de Danza-Teatro, fundada en 2013, y con la cual ya ha realizado más de 10 funciones y se prepara para una nueva temporada.

Desde 2006 se desempeña como maestra de Danza Clásica con especialidad en Técnica de Puntas y Elongación y Preparación Física, siendo su principal sede BAYRES Estudio de Arte. Desde 2009 dicta Clases Especiales de Técnica de Puntas.

Para más informacións sobre sus clases: 15-6059-4539 | info@victoriamazari.com.ar