Larissa Saveliev, fundadora del YAGP: «Los bailarines del siglo 21 están en Latinoamérica»

Por María José Lavandera Por iniciativa y gran esfuerzo de organización de la productora Grupo ARS, el viernes 18 y el sábado 19 de octubre se realizó en Buenos Aires – más precisamente en el Teatro York, en Olivos- la primera pre-selección en Argentina para la así llamada competencia más grande del mundo, el Youth […]

lunes, 21 de octubre de 2013 |

Por María José Lavandera

Por iniciativa y gran esfuerzo de organización de la productora Grupo ARS, el viernes 18 y el sábado 19 de octubre se realizó en Buenos Aires – más precisamente en el Teatro York, en Olivos- la primera pre-selección en Argentina para la así llamada competencia más grande del mundo, el Youth America Grand Prix, cuya final se realizará en Nueva York en abril próximo. Para llevar adelante esta misión, visitaron nuestro país nada menos que Larissa Saveliev, ex bailarina del Teatro Bolshoi, fundadora de YAGP y su Directora Artística, Gennadi Saveliev, ex bailarín del Teatro Bolshoi y co-Fundador de YAGP, y Luca Masala, Director de la Escuela Princesa Grace de Mónaco, en Montecarlo. El método de selección tuvo también un objetivo pedagógico: entre los tres brindaron dos intensos días de Masterclasses en ballet y repertorio para alrededor de 100 chicos entre 9 y 19 años.

Interesante fue que no sólo ofrecieron becas para participar en la final del YAGP en Nueva York, sino que además se ofrecieron becas para asistir al programa de verano de la Escuela Princesa Grace de Mónaco y para programas de verano en la escuela estadounidense que los chicos elijan.

Los ganadores

Para viajar a Nueva York a competir, han sido elegidos: Paloma Ramírez Azambuja, Victoria Papa, Jazmín Gude Alonso, María Rocío Agüero, Lucia Giménez, Luciano Perotto y Daiana Alvarez.

Para viajar al programa de verano en la Escuela Princesa Grace de Mónaco fueron elegidas dos chicas ya premiadas, Jazmín Gude Alonso y Victoria Papa, y Julieta Umenyl Lerche.

Para viajar a Estados Unidos a estudiar, fueron elegidos Rocío Milagros Gómez, Ilya Apelliedo Druzhymin, Camila Sara Bocca, Facundo Luqui, María Paz López Orozco y Jonás Michel Grassi Muñoz.

Los más chiquitos, en clase con Gennadi Saveliev, ex bailarín del Bolshoi, en el Teatro York. Foto: MJL.

Los más chiquitos, en clase con Gennadi Saveliev, ex bailarín del Bolshoi, en el Teatro York. Foto: MJL.

El YAGP: la mayor competencia de danza del mundo

El YAGP nació en 1999, de la mano de Larissa Saveliev, otrora bailarina en el ballet del Bolshoi en Rusia, y luego profesora de danza en Estados Unidos. Esta competencia recibe 5000 aspirantes por año e invierte en cada edición más de 250,000 dólares en becas a talentos entre 9 y 19 años, además de premios monetarios y contratos. Este año, algunas de las escuelas que ofrecen becas son Australian Ballet School (Australia)Hamburg Ballet School (Germany)La Scala Ballet Academy (Italy)Princess Grace Academy of Classical Dance (Monaco)The Royal Ballet School (UK)American Ballet Theatre JKO SchoolJoffrey Ballet’s Academy of DanceSan Francisco Ballet SchoolSteps on BroadwayWashington School of Ballet. Los ganadores, además, participan en una Gala de Clausura en un mismo programa junto a las estrellas del ballet actual, en un evento denominado “Las estrellas de hoy se encuentran con las del mañana”, en el Teatro David Koch del Lincoln Center el 10 de abril.

Es la primera vez que se realiza la pre-selección para el YAGP en Argentina. Foto: MJL.

Es la primera vez que se realiza la pre-selección para el YAGP en Argentina. Foto: MJL.

¿Y cómo empezó todo? Larissa, con una simpatía inigualable, cuenta que fue una necesidad propia de entrar en contacto con otros colegas de ballet, cuando ella comenzaba su carrera como docente en el país del norte: “Yo era una joven maestra en Estados Unidos y buscaba algún espacio donde encontrarme con otros profesores y alumnos interesados en el ballet. Comencé a preguntar si había algún foro o reunión anual de maestros, pero no había una iniciativa así en Estados Unidos. Había muchos eventos en Rusia, así que me sorprendía que no hubiera nada allí. Había muchas competencias sobre jazz, pero nada sobre ballet. Eso me dio la idea y pensé en organizar algo al respecto. Nuestra idea inicial creció muy rápido. Encontramos una gran necesidad de esto. Al tercer año de existencia del concurso fue como una explosión. Nos volvimos internacionales muy pronto. Hoy tenemos selecciones en Japón, Brasil, Europa y México. Y estamos muy felices ahora de estar en Argentina. Creemos que es un lugar muy especial y sabemos que muchos fantásticos bailarines han salido de aquí. Estamos con muchas ganas de encontrar más”.

Para Larissa Saveliev es importante ver que los chicos tienen muchas ganas de ser profesionales. Foto: MJL.

Para Larissa Saveliev, fundadora del YAGP y su Directora Artística, es importante ver que los chicos tienen muchas ganas de ser profesionales. Foto: MJL.

Muchos chicos y chicas han pasado por el YAGP para forjar sus carreras. El concurso oficia como una vitrina para ser vistos por los titulares de las escuelas y las compañías más importantes del mundo. Así, muchos han encontrado un camino en la danza. El caso, nos indica Larissa, es que desde el YAGP no buscan ser sólo un concurso, sino una entidad de colaboración y apoyo para los bailarines y que los ayuda no sólo a llegar a la final, sino a lo largo de toda su carrera. “Podemos pasar horas y horas hablando de los chicos que pudieron hacer una carrera gracias al Youth America Grand Prix. Ya que estamos aquí, hablemos de los latinoamericanos. Daniel Camargo, de Brasil, por ejemplo, tenía algo así como 12 años cuando vino al concurso. Ahora es Solista en el Ballet de Stuttgart. Daniel Daivison-Oliveira, también brasileño, quien ahora es solista en el San Francisco Ballet. Luciana Balterini que ahora está en el ABT. Ella fue un caso especial. Vino a Nueva York y no tenía trajes, no tenía desarrollada su pieza de contemporáneo, nada; no había leído bien las indicaciones. Simplemente vino. Le ayudamos con su pieza y la aprendió en dos días; la ayudamos con sus trajes… Sólo sabía que quería salir de Brasil. De alguna forma, se compró un pasaje y vino. Obtuvo una beca para el Ballet de Boston, se graduó de la escuela, trabajó con la compañía un par de años y audicionó para el ABT, donde está ahora. Diana Albrecht, quien es de Uruguay: otra gran convencida que llegó a Nueva York y la ayudamos desde el comienzo. Le encontramos un lugar para vivir, todo lo que necesitaba”, relata Larissa.

Gennadi Saveliev, en acción con los chicos en categoría pre-competitiva. Foto: MJL.

Gennadi Saveliev, en acción con los chicos en categoría pre-competitiva. Foto: MJL.

La idea es, según nos cuenta su Directora y fundadora, que los chicos y chicas que se presenten estén absolutamente convencidos de que quieren ser artistas profesionales: “Nos dedicamos a aquellos que están seguros de que quieren tener una carrera y necesitan ayuda. Nosotros somos como la piedra sobre la que pararse”.

Además de mostrar el propio talento y de las posibilidades efectivas que ofrece para avanzar en el logro de contratos profesionales, este concurso tiene también un objetivo pedagógico de intercambio y aprendizaje a través de los talleres y clases con algunos de los maestros más reputados del mundo. Matthew Bledsoe, director administrativo del YAGP, agrega: “Nuestra misión es ayudarlos a encontrarse como profesionales. Con esta perspectiva operamos como una consultora que los aconseja desde sus comienzos: les ayudamos a decidir cuál es la escuela y la compañía correcta para ellos, y luego  siempre quedamos en contacto. Cuando tienen sus carreras y están felices, también los invitamos a las Galas para que se presenten ante distintos públicos”. Larissa insiste: “Creo que nuestra especialidad no es la competencia. No me gustaría vernos como sólo una competencia. Es sólo una parte de lo que hacemos. Creo que es más como un club para toda la vida. Los ayudamos en cualquier instancia de sus vidas, con lo que sea necesario”.

Luca Masala, Director de la Escuela Princess Grace de Montecarlo y ex bailarín de la Scala de Milán, con los chicos de categoría junior, entre 15 y 19 años. Foto: MJL.

Pura simpatía. Luca Masala, Director de la Escuela Princess Grace de Montecarlo y ex bailarín de la Scala de Milán, deleitó e hizo reír a los chicos de categoría junior, entre 15 y 19 años. Foto: MJL.

“First position”

En 2011, la competencia se hizo especialmente notoria alrededor del mundo por el film “First Position”, presentado en el Festival de Sundance, de la joven directora Bess Kargman, periodista y otrora bailarina, quien quiso documentar los esfuerzos de los niños y adolescentes que buscan una carrera en el mundo de la danza y que confían en este concurso para que les abra las puertas necesarias. La película no fue presentada en Argentina, lamentablemente, algo que alarmó a Larissa al enterarse: “Algo vamos a hacer”, me dijo con la sonrisa contundente que decora sus labios constantemente. La película relata un recorrido por la vida de seis aspirantes al concurso.

R: ¿Creen que representa bien cómo es el proceso para participar en el YAGP?

Larissa: Creo que representa perfectamente cómo es el tema. Allí se muestra exactamente lo que hacemos. También su éxito fue una sorpresa para nosotros. Tuvimos muchas oportunidades de hacer una película documental sobre el concurso, pero nunca nos habíamos sentido cómodos. Bess Kargman tenía un trasfondo en la danza y por eso nos gustó que ella se encargara de realizarlo. Hay un show muy popular en Estados Unidos, llamado “Dance Moms”, y es horrible. Muy destructivo. Nosotros no queríamos que se pareciera para nada a eso. En “First Position” no se plantea el ballet como algo constrictor o lleno de crisis y llantos, sino que es más sobre los chicos, su amor por la danza, sus sueños de hacer carrera y cómo hay que esforzarse para lograr realizarla si uno está convencido de eso. Creemos que representa lo que los chicos hacen y cuánto trabajan, las dificultades y bellezas de la vida como bailarín. Es importante que los aspirantes a bailarines lo sepan y se pregunten acerca de sus propios esfuerzos también.

Para Larissa, Latinoamérica y China son las cunas de los bailarines del siglo 21. Foto: MJL.

Para Larissa, Latinoamérica y China son las cunas de los bailarines del siglo 21. Foto: MJL.

Algunos de sus personajes hoy ya son profesionales: la estadounidense Miko Fogarty acaba de ganar la Medalla de Oro en Lausanne y la Competencia de Moscú. Joan Sebastian Zamora, de Colombia, se graduó de la Escuela del Royal Ballet y se unió al English National Ballet. Michaela De Prince, originaria de Sierra Leona y adoptada por un matrimonio en Estados Unidos, luego de pasar por el Dance Theater of Harlem, hoy es miembro del Dutch National Ballet.

R: ¿Cuáles son las condiciones que tiene que tener un bailarín hoy, a diferencia de hace diez o veinte años atrás?

Larissa: Creo que tienen que ser súper versátiles: no encontrarás una sola compañía que sólo baile “El Lago de los Cisnes”. También con respecto a la velocidad con que las compañías trabajan ahora, tenés que ser muy rápido. El tiempo de ensayo es muy caro, así que las compañías se fijan en la presteza de los bailarines para aprender. Toda compañía está luchando con el tema presupuestario hoy por hoy. Tenés que ser muy rápido y movible. Adaptable. También está la exigencia física: los deportes han alzado la vara de lo esperable físicamente y eso tuvo un impacto en el ballet. Todos deben lograr destrezas increíbles. Como bailarín, entonces, uno tiene que poder ser muy físico al bailar, tener destreza técnica y física, y, al mismo tiempo, ser artista.

R: ¿Cómo percibís la escena internacional actual, respecto de las posibilidades de desarrollar una carrera?

Larissa: Creo que el mundo de la danza está hoy tanto más conectado gracias a las posibilidades tecnológicas. Los directores de compañías están muy informados acerca de los nuevos bailarines, en qué compañías están, así como de los nuevos coreógrafos. Los bailarines se mueven más fácilmente de compañía en compañía. No es como solía ser, que llegabas a estar en una gran compañía, hacías toda tu carrera allí y listo. David Hallberg [Principal en el American Ballet Theater y primer estadounidense en unirse al Bolshoi] está haciendo temporada en Moscú y en Nueva York, al mismo tiempo. Creo que es así el siglo 21. Treinta años atrás tenías que ir a la biblioteca y si no estaba allí lo que buscabas, eso era todo.

Esfuerzo, talento y pasión. Eso buscan en los bailarines del futuro. Foto: MJL.

Versatilidad, rapidez, talento y pasión. Eso buscan en los bailarines del futuro. Foto: MJL.

R: ¿Cuál sería tu consejo a los chicos y chicas que quieren estar en la competencia y ser elegidos?

Larissa: Que tengan un objetivo y que estén convencidos. Nosotros hacemos el resto. Los ayudaremos a alcanzar su meta. Si ellos tienen una clara visión de que quieren tener una carrera profesional como bailarines, eso es casi todo lo que necesitan. Obviamente tiene que estar el talento y el trabajo para sostener eso.

R: Entiendo que no buscan la perfección en la interpretación, sino el grado de potencial que ven en ese bailarín para convertirse en un gran bailarín. ¿Podrías contarme un poco sobre esta perspectiva de evaluación?

Larissa: Es cierto, un aspecto importante es poder ver el potencial. Más que bailarines perfectos, buscamos diamantes en bruto que se puedan pulir. Para nosotros es muy importante, ante todo, considerando que son chicos, poder acercarlos a tener una muy buena educación. Los jurados estamos hoy entrenados para poder ver ese talento, que a veces no es tan evidente. Algunas de las hoy más grandes estrellas, si se los hubiera visto de chiquitos, en sus comienzos, eran personas que no podían ni pararse en el escenario correctamente. Pero hay que ver qué hay ahí y a qué escuela les conviene ir para desarrollarse. Es preciso encontrar el lugar perfecto para ellos, en vistas a que saquen lo mejor que tienen adentro de sí mismos. El mejor ejemplo de esto es Cory Stearns, hoy Principal con el ABT. Él fue uno de nuestros primeros participantes. Recibió una de las primeras becas internacionales otorgadas por el YAGP para la Escuela del Royal Ballet, hace ya catorce años. Era la primera vez que venían del Royal. Lo vieron y les gustó, pero en ese momento, yo no tenía el ojo desarrollado para ver algunas sutilezas. Era nueva también en la tarea. El caso es que me dijeron: “Nos gusta este chico”. Y yo contesté: “¿En serio? ¡Pero se cayó de cada uno de los pasos, literalmente!” (risas). Él mismo cuando lo eligieron, consternado, dijo: “¿Yo?” y sus padres también estaban sorprendidos de que fuera a Inglaterra. Él era ese diamante en bruto. Los chicos que quieran presentarse al YAGP no tienen que sentirse exactamente preparados. Tienen que querer ser bailarines con todas sus ganas y, obviamente, tener “algo” de talento. Con eso, nosotros nos encargamos de encontrarlos y guiarlos.

Larissa sostiene que sólo hace falta convicción para presentarse. "Nosotros hacemos el resto", dijo. Foto: MJL.

Larissa sostiene que sólo hace falta convicción para presentarse. «Nosotros hacemos el resto», dijo. Foto: MJL.

Para ella es clave que puedan ofrecer oportunidades desde edades tempranas, para no desaprovechar talentos que quizás por sus circunstancias socio-económicas quedan en el camino: “Creo que una diferencia entre YAGP y cualquier otro concurso en el mundo es que aquí comienzan muy pequeños. Somos los primeros que comenzamos con los niños cuando todavía son pequeños: a partir de los 9 años. De este modo es probable verlos antes que nadie, poder aconsejarlos bien de entrada, ayudarlos a estudiar. Alguien que está en el medio de la nada –como Daniel Camargo, que vivía en una favela brasileña cuando lo conocimos a sus 12 años- no tiene quizás posibilidades de continuar estudiando. Si uno no los toma rápido, quizás no sigan”.

Larissa explica asimismo que para ella el éxito del concurso dentro de la comunidad de la danza se debe a su espíritu colaborativo. “Creo que otro punto interesante por el cual nos va bien es que no competimos con nadie. Somos amigos de todas las competencias, porque a fin de cuentas todos buscamos lo mismo: una forma de ayudar a los chicos que quieren ser bailarines. No deberíamos competir a ver quién da más a tal o cual, sino que deberíamos preocuparnos todos por darles todo lo que más podamos para que progresen. Creo que ahí está la belleza de estos proyectos. No somos los únicos que hacemos esto y mejor si lo hacemos juntos. Siempre tenemos intercambio con los ganadores: por ejemplo, cada uno de los ganadores en la categoría Junior en Moscú en los últimos años, fue también participante de YAGP. Nosotros enviamos toda la información a otras competencias”.

Foto: MJL.

Foto: MJL.

R: ¿Cómo sienten a Latinoamérica en danza?

Larissa: En Brasil se presentan alrededor de 200 y elegimos 25. Hay mucho talento en Latinoamérica. Te puedo asegurar que para mí el talento del futuro está aquí. Los bailarines del siglo 21 están aquí. Entre China y Sudamérica. Realmente lo creo. Queremos tener más relación con esta parte del mundo y no estamos aquí para quitar nada, sino para promoverlos y también trabajar con las escuelas y las compañías latinoamericanas.