Melanie Alfie y su cielo para Ida

Por María José Lavandera  @majolavandera Melanie Alfie es de hablar dulce. Todas sus palabras suenan cálidas. Como un abrazo. Así también son sus obras. Surgen de una conexión con el alma, la suya, y con otras. Un magnetismo encantador envuelve su quehacer. Su última pieza – “Cielo de Ida”, actualmente en cartel en Hasta Trilce– […]

lunes, 25 de noviembre de 2013 |

Por María José Lavandera 

@majolavandera

Melanie Alfie es de hablar dulce. Todas sus palabras suenan cálidas. Como un abrazo. Así también son sus obras. Surgen de una conexión con el alma, la suya, y con otras. Un magnetismo encantador envuelve su quehacer. Su última pieza – “Cielo de Ida”, actualmente en cartel en Hasta Trilce– es un regalo a una bisabuela arrancada de su propia vida, asesinada en la triste Alemania de mitad de siglo XX. Ella quiso ofrendarle luz y paz a su existencia trunca. “Esta obra partió de un sueño que tuve. Ida es el nombre de mi bisabuela. El juego es con su nombre, es un nombre alemán, que puede ser un verbo también –de algo que va o de algo que ya se fue-. Estaba en Francia y un día soñé con una mujer que no conocía y tuve un sentimiento de quererla mucho. Ella me decía que era mi bisabuela y me pidió por favor que le regale un cielo. A ella la asesinaron en Alemania, así como a gran parte de mi familia por parte de mi mamá. Muy pocas personas de mi familia conocieron a Ida: ella fue una de las que no se pudo rescatar. Me pareció muy raro soñar con ella, pero entendí cómo desde un presente alguien puede ayudar a alguien que en un sueño pide de alguna manera ser escuchado. Su deseo, un cielo, tiene que ver con la paz, la sanación, el reconocimiento hacia el pasado desde un lugar no doloroso. Y la obra se trata de esto: el cielo para Ida es un homenaje espiritual a una persona que se fue. Sería desde el presente regalarle, re-proyectando el pasado, algo relacionado con lo luminoso, lo espiritual, la reunión, con lo posible, con la vida y no solamente con la memoria del horror”, cuenta Melanie.

"cielo de IDA" a cargo de Rumbo de la Grieta. Foto: Gentileza Melanie Alfie.

«cielo de IDA» a cargo de Rumbo de la Grieta. Foto: Gentileza Melanie Alfie.

Esta coreógrafa, bailarina e investigadora es Directora de la Compañía Rumbo de La Grieta Danza/Teatro [cuenta que el nombre está inspirado “en esas grietas en las que nace algo y que a la vez no sabés ni por qué empezó ni a dónde va a llegar. Habla de que hay un movimiento al interior de ese muro”]. Con ella lleva adelante sus obras, que, no sorprende, incorporan Artes Marciales y experiencias de origen chamánico: “Bailar es como una forma de estar más cerca de lo divino, si se quiere. Cuando bailo y cuando creo una obra, me siento más cerca. Bailo desde los seis años. Hice tooooda (arrastra la “o”) la escuela de clásico y luego arribé al contemporáneo, estudié en Francia. Comencé a crear desde muy joven y pronto empecé a indagar en el arte sostenido por lo espiritual, sino para mí no tenía ningún sentido”, revela.

"cielo de IDA", a cargo de "Rumbo de la Grieta", de Melanie Alfie. Foto: Gentileza Melanie Alfie.

«cielo de IDA», a cargo de «Rumbo de la Grieta», de Melanie Alfie. Foto: Gentileza Melanie Alfie.

Entre otras cosas, Melanie ha ofrecido seminarios y ha estrenado sus obras no sólo en Argentina, sino también en Guatemala, Francia, Italia España y Cuba, país este último donde fue invitada con sus obras «Drusilla» y «Los días de la Danza» al Festival Internacional de La Habana. Fue acreedora de un subsidio otorgado por Secretaría de Cultura para desarrollar su actividad pedagógica y estrenar su obra en el Teatro dei Naviganti, en Sicilia (Italia) y Prodanza ha subsidiado una de sus piezas “más queridas”, según ella la define: «Bajo el péndulo (lo que Juna decidió recordar)«, dirigida e interpretada junto al célebre actor Alejandro Awada. “La hicimos durante 4 años consecutivos, en gira por Córdoba, Granada (España), Sicilia, en Buenos Aires; llevó un año de investigación de la compañía. Se trata de una historia onírica donde los recuerdos exigen ser recordados -vueltos a pasar por el corazón-, donde despliegan su “vida” de recuerdo y también se entregan generosamente a su destino: el Tiempo. Juna es la visión de alguien que entra en la noche, la noche como metáfora del olvido quedando en una región donde su mundo íntimo es una ceremonia de testimonios, cartas, fotos, imágenes, músicas que vuelven a la vida en un instante gracias a ella. El gran péndulo que drena sal permanentemente es donde Juna entra en la vorágine del tiempo, donde la sal lo cubre todo, es ese tiempo finito que le pesa y la deja a orillas de sus recuerdos todavía vivos”, indica Melanie.

"Bajo el péndulo". Foto: Gentileza Melanie Alfie.

«Bajo el péndulo». Foto: Gentileza Melanie Alfie.

Cielo de Ida” se enmarca en esta trayectoria onírica y en contacto con el espíritu. Su elaboración viene llevándose a cabo desde 2012, pero fue desde abril que fue trabajándola más fuertemente, a diario, con sus bailarines: “El lenguaje de la obra es la danza-teatro. Lo trabajamos mucho buscando. Somos muy rigurosos con la investigación. Las personas que la integran tienen un nivel de técnica y profesionalidad que los convierten en canales perfectos para poder realizarla. A veces pasa que uno puede tener una buena idea pero no los recursos para llevarla a cabo. También requiere mucha escucha y paciencia que la obra ocurra. No trabajo sobre montaje, es decir, no trabajo sobre lo coreográfico o la forma, sino sobre el espacio interno y ese alma que va encontrando el modo más adecuado de expresar lo que va queriendo decir. La obra va surgiendo en interacción. Y es después importante, en la dirección y compaginación de las escenas, ver hacia dónde está yendo la obra. Pero me interesa el mundo de cada intérprete: me parece que un director no es quien te dice cómo se hacen las cosas, sino quien te pone en contacto con todo tu potencial. Si uno sólo ve lo que uno quiere, es puro narcisismo”, explica la artista.

En esta obra trabaja con su Maestra, Rosa Amalia Lombardini, que elabora una “Ida” más grande, mientras que Melanie interpreta una versión joven de Ida, ya que “somos muy parecidas físicamente”, comenta. La pieza utiliza obras musicales de Jacques Lemêtre, músico del Théâtre du Soleil de Ariane Mnouchkine, además de dos, una al comienzo y una al final, que son piezas antiguas. “La inicial persigue la reconstrucción de los lugares sagrados, emocionales o físicos, para honrarlos. Rembrandt basó su obra “El llanto de Jeremías” en esta música. Reenvía a esos dolores que sentimos las personas; son desgarros que en algún lugar del tiempo están. El final tiene una música que se llama “Anima Nostra”, que habla de cómo el alma, cuando se libera, es como un gorrión que escapó a la red del cazador. Aparece Ida mayor, que recibe la luz de un portal, que fue creado por Esteban Autiero, uno de los realizadores de la compañía, trabajado en hierro antiguo. Ida no entra en ningún lugar, sino que recibe esa luz, como ofrenda hacia ella”, cuenta Melanie.

"cielo de IDA": una obra que recupera la memoria de un ser querido. Foto: Gentileza Melanie Alfie.

«cielo de IDA»: una obra que recupera la memoria de un ser querido. Foto: Gentileza Melanie Alfie.

La obra ofrece así un nuevo espacio a aquellos cuya memoria ha sido monopolizada por la violencia y la injusticia. “Yo nunca había vivido en el público tal conmoción en una obra mía. No es angustiosa la obra, pero toca lugares sensibles en cada persona, porque vuelve sobre esas pérdidas, esas personas que fueron arrancadas de sus vidas sin que ellas lo quisieran, injustamente, pero para darles un espacio desde la esperanza y lo luminoso. El clamor de justicia ante un ser fallecido de esa manera implica sólo una parte de lo necesario para devolver la memoria sobre una persona. Ese lugar sagrado donde esa vida tuvo un lugar también debe ser rescatado. Esa es otra tarea que tiene que ver con otro espacio. El arte en ese sentido puede ser un canal, un medio de elaboración”, concluye la artista.

CUÁNDO Y DÓNDE

En teatro Hasta Trilce  (Maza 177, CABA) – Sábados 30 de noviembre a las 21 hs y domingo 1 de diciembre a las 20 hs.

Ficha técnica

Bailarines: Melanie Alfie, Amalia Rosa Lombardini, Magalí Brey, Lucas Maximiliano Díaz, Juan Pablo Gondar, Gulliver Markert | Música: Jacques Lemêtre | Diseño de Luces: Sergio Iriarte | Arte: Cecilia Figueredo | Asistente de coreografía: Elena Tato | Realización de arte: Esteban Autiero y Juliana González Chiozza | Diseño gráfico: LD