Paula Rosolen: buscando a Renate

Por María José Lavandera Tw: @majolavandera Paula Rosolen acaba de estrenar en Buenos Aires por primera vez. Y vino, de alguna forma, a devolver a esta tierra, en una dialéctica inesperada, algo de una historia. Ella es argentina, pero vive en Alemania desde hace diez años. Confiesa que casi no conoce la escena de la […]

miércoles, 27 de noviembre de 2013 |

Por María José Lavandera

Tw: @majolavandera

Paula Rosolen acaba de estrenar en Buenos Aires por primera vez. Y vino, de alguna forma, a devolver a esta tierra, en una dialéctica inesperada, algo de una historia. Ella es argentina, pero vive en Alemania desde hace diez años. Confiesa que casi no conoce la escena de la danza local. Originaria de la provincia de Neuquén, a los 19 años pasó un breve tiempo en Buenos Aires, para luego migrar a Italia, desde donde, a través de audiciones, llegó a la ciudad de Frankfurt, en Alemania, ciudad en la que estudió en el Departamento de Danza Contemporánea y Clásica de la Universidad de Música y Artes Escénicas, y desarrolla actualmente su brillante carrera como coreógrafa. Y así, desde allí, en el marco de la finalización de su Maestría en Coreografía y Performance (MACuP) en la Justus-Liebig Universität Gießen, Paula elaboró una obra que retoma una de las figuras más importantes en el desarrollo de la danza contemporánea en nuestro país: Renate Schottelius (1921-1998), quien tuvo que emigrar en 1936 a la edad de catorce años a causa de su ascendencia judía de Berlín a Buenos Aires. Es considerada una de las pioneras de la danza moderna, habiendo trascendido por su participación en la danza expresionista alemana. Hoy, en una vuelta de tuerca que enlaza nuevamente dos países, aunque en sentido inverso, Paula trae desde su espacio de investigación en Alemania, un retrato –una reconstrucción- en movimiento de esta bailarina y coreógrafa, que ha formado a algunos de los más importantes artistas de nuestro país, como Oscar Araiz y Ana María Stekelman.

Paula Rosolen. Foto: Gentileza Paula Rosolen.

Paula Rosolen. Foto: Gentileza Paula Rosolen.

Así nació “Die Farce der Suche” –“La farsa de la búsqueda”, que es presentada actualmente en el Centro Cultural de la Cooperación-, obra que explora las huellas de Renate Schottelius y cómo se ha sedimentado su impronta en la danza y el conocimiento físico de ambas culturas a lo largo del tiempo. La pieza recrea su personaje a partir de los recuerdos y los relatos de quienes la conocieron: Paula entrevistó a sus contemporáneos, al tiempo que se nutrió de información histórica encontrada tanto en Alemania, como en el Centro de Documentación del Teatro San Martín. “Para mí en esa obra cada video, foto, artículo, entrevista que realicé fueron consideradas con el mismo valor. De cada cosa me pregunté por su significado. A partir de eso hice la obra”, comenta Paula.

Y Renate sigue formando en la memoria de su historia. Para esta coreógrafa, la indagación en su biografía constituyó la conclusión de su propia búsqueda como artista: “En el marco de la Maestría, teníamos la oportunidad de hacer proyectos con financiamiento. Apliqué a ella, porque previamente, a pesar de tener formación como bailarina, empecé a darme cuenta de que la parte coreográfica me interesaba más dado que no me sentía identificada con un lenguaje particular, de algún coreógrafo específico. La Maestría fue fantástica para mí en términos del descubrimiento de mi propio lenguaje: no teníamos clases sobre cómo coreografiar, sino que nos ofrecían el tiempo para investigar. En el medio, tuvimos muchos seminarios teóricos para nutrir esa gestación. La verdad que ese tiempo fue genial. Era concentrarse en encontrar el lenguaje que a uno le interesa, no repetir un lenguaje de otra persona. Y me gustó que esta forma de trabajo estaba mucho más cerca de una realidad: uno tenía que preparar los proyectos, con un plan de costos y diversos requisitos. El cierre de esta etapa fue la elaboración de la obra sobre Renate Schottelius. De tal forma, la obra nace entonces de un cierre de dos años de reflexión en función de encontrarme como coreógrafa y analizar qué métodos, qué intereses personales guiarían mi creación, cómo genero movimiento”.

Natalia Gómez, en "Die Farce der Suche" Foto: Gentileza Paula Rosolen.

Natalia Gómez, en «Die Farce der Suche» Foto: Gentileza Paula Rosolen.

Para ella la elaboración sobre Renate también tuvo un arraigo personal: “Esto empezó porque tiene que ver con mi propia biografía, aunque un poco invertida: yo no me fui en exilio, fue una decisión propia irme. Pero siempre ronda la pregunta sobre volver o no volver. Hay algo ahí respecto de mi identidad incluso: hay momentos en Alemania en que soy la coreógrafa argentina y otras, en que soy la artista alemana [ella es descendiente de alemanes]”.

Y en esta trayectoria de investigación sobre Renate, Paula descubrió una serie de contradicciones entre lo que se cuenta –la historia oral- y aquella relatada en los documentos, algo que se explicita en la obra, con la intención de dejar un espacio abierto a la reflexión. Cuenta Paula: “Quería encontrar la conexión de Renate con la danza expresionista alemana, ya que se la presentaba como su representante en Argentina. A partir de entrevistas con contemporáneos de Renate -alumnos, bailarines- fui reconstruyendo su historia. La idea era buscar los rastros, las huellas. Vine con esa idea, pero cuando llegué a Argentina fue una gran desilusión, porque no encontré eso. Lo que encontré fue una trayectoria de estilos, entre Graham, Limón, Cunningham. Para mí fue muy interesante contrastar esto que se decía respecto de que su clase “era muy alemana”, con lo que yo encontraba en documentación en el Teatro San Martín. Ella no sólo había hecho obras en los ’70 y ’80, sino mucho antes. Cuando veía los videos, no coincidían con la impronta alemana que le endilgaban. O aquello de que había importado la “danza expresionista” de Alemania: cuando vino tenía catorce años. Lo interesante es que cuando ella va a estudiar a Estados Unidos, se forma con Martha Graham, Limón, pero también con Hanja Holmes, quien había sido estudiante de Mary Wigman. Es así Renate devuelve esta línea a Argentina después”.

Natalia Gómez, en "Die Farce...", una memoria para Renate Schottelius. Foto: Gentileza Paula Rosolen.

Natalia Gómez, en «Die Farce…», una memoria para Renate Schottelius. Foto: Gentileza Paula Rosolen.

La obra es interpretada por la bailarina argentina Natalia Gómez, egresada del Taller del Teatro San Martín, a quien Paula conoció en Frankfurt. Su presencia también dio perspectiva histórica a la obra: “Ella aportó una información respecto de la herencia de Renate en la institución, lo cual fue muy valioso. Traté de mantener un ojo externo, una visión crítica: yo no estoy impregnada con esa tradición de Renate Schottelius en mi cuerpo, como lo tiene Natalia”, explica la artista.

Este retrato, de 2010, fue presentado en Hamburgo, Berlín, en la 3ra. Bienal de Danza en Frankfurt, en el Festival Internacional de Danza Contemporánea de Polonia. “Para mí fue muy gratificante devolver este nombre a Alemania y que comience a circular. Fue muy interesante volver con toda esta información y continuar su indagación allí. Fui a la Academia de las Artes de Berlín, porque encontré una foto de Renate en una exposición de la fotógrafa Ellen Auerbach, que es la hermana de su marido. Allí descubrí todas las cartas de Renate a Ellen y mucha información súper valiosa. Cuando llamé por teléfono al archivo, la persona que me atendió se emocionó, porque decía que era la primera vez que alguien le preguntaba algo sobre ella”, comenta.

Es así que Paula no sólo se quedó en una elaboración coreográfica, sino que trabajó en un aporte de indispensable valor en términos de la conservación histórica de la memoria de Renate, tan cara al desarrollo de nuestra danza actual: coordinó junto al Atlas Digital de la Danza (Digitaler Atlas Tanz) y la Academia de las Artes de Berlín, en cooperación con el Centro de Documentación del Complejo Teatral de Buenos Aires, la digitalización de todo el legado patrimonial de Renate Schottelius. “Entre 2012 y 2013 conseguí un fondo de la Academia de Artes para la digitalización de todos los materiales que están en el archivo. Realicé un convenio como mediadora y digitalicé estos 6000 documentos entre cartas, fotos, programas. Este trabajo fue posterior a la obra. Espero que en algún momento se pueda compartir y difundir. Me parece que faltan estos procesos retrospectivos: no solamente tratar de hacer algo nuevo, sino entender más nuestra historia”, explica Paula.

Una profunda investigación sustentó la obra, que retoma trazas y contradicciones en la historia de Schottelius. Foto: Gentileza Paula Rosolen.

Una profunda investigación sustentó la obra, que retoma trazas y contradicciones en la historia de Schottelius. Foto: Gentileza Paula Rosolen.

Para ella esta obra fue, de alguna forma, fundacional de su trayectoria: una vez terminada la Maestría, logró una residencia durante 2011-2012 en el espacio K3-Tanzplan Hamburg, uno de los más prestigiosos y exigentes de Alemania –cuando ella ingresó, sólo elegían tres coreógrafos por temporada- y en Workspace Brussels, donde continuó un método de trabajo inaugurado con “Die Farce…”. Poniendo en relación el teatro documental, la historia oral y la danza, nacieron dos obras más: “Libretto” (2012) y “Piano Men” (2013): “Para mí fue una obra clave en la que desarrollé una forma de trabajo, que es la relación entre la historia oral –la práctica de la entrevista- y su relación con la danza, con el movimiento, y a su vez con el teatro documental, que viene con Erwin Piscator, con Bertolt Brecht. «Libretto”, que se realiza con 20 personas en el escenario, se basa en la investigación de la estructura del musical: cómo funciona una obra de este género, desde el punto de vista de la danza. Realicé investigación de material, de la música, entrevistas, leí documentación. Toda la multiplicidad de información que encontrás, la vas pasando por un colador y queda una esencia, que es lo que finalmente usás. Esta obra tiene varios niveles: es accesible para un público amplio, pero no deja afuera al especialista. Toca algo que es considerado puramente entretenimiento, pero que se devela también como forma de arte. La idea es desarmar ese prejuicio que hay, por ejemplo, en Alemania, donde las clasificaciones por género son muy estrictas. Y hay una tercera obra, estrenada antes de venir a Buenos Aires, que es “Piano Men”. Tiene conexión directa con “Die Farce…”. Surgió a partir de una de las entrevistas que tuve fue con Aníbal Zorrilla, que fue el pianista de Renate. Surgió así una visión de la danza a partir de la música. Contar la danza a partir de la música. Descubrí ahí una perspectiva no explorada, que es la visión del pianista sobre la danza. Se trata de esta persona un poco marginada: nunca está en el escenario, no es protagonista. En esta obra, la danza existe, está presente y tiene un lugar, pero sólo en el ojo del espectador. En cierto modo, constituye un interés por tratar la danza desde sus márgenes. Esta obra fue financiada finalmente por Tanz Fonds Erbe, que es un nuevo espacio para la revisión y difusión de la historia de la danza en Alemania durante el siglo XX”.

A Paula la espera luego el Boston Conservatory, donde Renate dio clases en su estadía en Estados Unidos, “para compartir esta experiencia”, concluye, con una sonrisa.

Cuándo y Dónde

27 y 28 de noviembre a las 21 hs

Centro Cultural de la Cooperación

Av. Corrientes 1543 (C1042AAB) Ciudad Autónoma de Buenos Aires – www.centrocultural.coop

Informes: (011) 5077-8000 – Boletería: (011) 5077-8077

Ficha técnica

El equipo técnico de la obra se completa con Eleonora Herder (dramaturgista), Aníbal Zorrilla y Padre Rafael Anglés (música original) y Juan Manuel Morales (video documentación).

“La Farsa de la Búsqueda. Un solo de y sobre Renate Schottelius” es una producción de Paula Rosolen y el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. Con el apoyo del Goethe Institut, Künstlerhaus Mousonturm y Nationales Performance Netz (NPN) International Guest Performance Fund for Dance financiado por el Comisionado del Gobierno Federal para Asuntos Culturales y Medios de Comunicación en base a una decisión del Deutscher Bundestag.

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