«Social Tango»: Ando ganas de encontrarte…

Por María José Lavandera “Un espectáculo de tango dedicado a la transformación que produce el baile en las personas”. Así se presenta “Social Tango”, el espectáculo dirigido y coreografiado por Agustina Videla y que cuenta con producción fotográfica y en video de Nora Lezano. Y si podemos afirmar, con sus creadoras, que el tango transforma […]

lunes, 19 de agosto de 2013 |

Por María José Lavandera

Un espectáculo de tango dedicado a la transformación que produce el baile en las personas”. Así se presenta “Social Tango”, el espectáculo dirigido y coreografiado por Agustina Videla y que cuenta con producción fotográfica y en video de Nora Lezano. Y si podemos afirmar, con sus creadoras, que el tango transforma a las personas que lo bailan, este espectáculo transforma –a través del deleite- a quienes lo van a ver.

La milonga, la excusa principal de "Social Tango". Foto: Daniel Furman.

La milonga, la excusa principal de «Social Tango». Foto: Daniel Furman.

Es que se trata de una hermosa experiencia audiovisual en un sentido amplio, que convoca a los espectadores desde distintos flancos –la fotografía, la danza y el relato documental cinematográfico- y da lugar a una exquisita aproximación a un mundo de fascinación por el movimiento y la reconversión personal que puede producir.

La milonga es el escenario central: su espacio es construido desde dos momentos históricos distintos, aunque coincidentes en el común concepto del encuentro. Por un lado, tres cortometrajes relatan las experiencias en la actualidad de un grupo de porteños de distintas edades, nacionalidades y situaciones socio-económicas, que encontraron en el tango un espacio de socialización y de goce, lo cual ha permitido un cambio positivo en sus vidas. A su vez, por otro lado, estas películas son el marco que invita una cándida historia de amor que se despliega en el escenario…

Leonardo Pankow y Guadalupe Fonzelli, la pareja que protagoniza la historia de amor en "Social Tango". Foto: Diana Russo.

Leonardo Pankow y Guadalupe Ponzelli, la pareja que protagoniza la historia de amor en «Social Tango». Foto: Diana Russo.

Al comienzo fue “Buenos Aires”, el primer audiovisual. Siempre en poético blanco y negro, los milongueros cuentan sus historias. La ciudad se abre paso entre semáforos y plazas, sonrisas y vientos otoñales. Es un fresco que recupera la belleza imperfecta de los ámbitos cotidianos. “Rutina” y “Social Tango”, que finalmente ofrece un testimonio presente de una milonga y sus códigos, completan la intención argumental: el tango renueva vidas, las hace más y mejor acompañadas, cierra heridas, espanta agonías. Los cortos van marcando el latir de la obra: enarbolan el espacio para encontrarse con los bailarines en el escenario. Aparece una milonga de antaño –quizás de los años ’50- en que jovencitos se daban cita para encontrarse y seducirse.

Se van cruzando la alegría de un conjunto de parejas que se reúnen a través del baile, la historia de un muchacho que descubre el tango a través de una mujer de quien se ha enamorado y, como contrapunto a la danza como experiencia social, la representación abstracta, a través de recursos coreográficos contemporáneos, de la existencia un poco solitaria, repetida y dolorosa en Buenos Aires. El baile, a su vez, oscila, en un equilibrio impecable, entre el 2×4 pausado y amoroso, casi caminado, y un tango estilizado y brillante, con figuras y levantadas complejas, que despiertan siempre los calurosos aplausos del público.

El vestuario de Renata Schussheim, entre la vitalidad y la sensualidad. Foto: Diana Russo.

El vestuario de Renata Schussheim, entre la vitalidad y la sensualidad. Foto: Oscar Pereiro.

Es así que el tango es tejido como una manifestación cultural de vitalidad colorida y vivaz, a través de un relato que lo interpreta como un suburbio de regocijo, felicidad y desafío de las rutinas cotidianas, un momento de vida en medio de una ciudad tímida y gris.

El delicioso vestuario a cargo de la gran Renata Schussheim –fundado mayormente en una serie de coloridos vestidos con falda plato y sensuales espaldas descubiertas- completa cada cuadro de un modo especialmente atractivo. Asimismo, el diseño de la iluminación, por Marcelo Cuervo, es también gran protagonista en la creación de los climas y las texturas de cada momento.

"Bailemos...". Las chicas y los chicos se divierten en la milonga.... Foto:

«Bailemos…». Las chicas y los chicos se divierten en la milonga…. Foto: Oscar Pereiro.

Vale mencionar el gran trabajo actoral de Leo Pankow, como el temeroso protagonista de la historia de amor que recorre la obra, y de su bella compañera, Guadalupe Ponzelli. No obstante, cada uno de los catorce integrantes del elenco hacen, con una destreza técnica impecable y una importante dosis de carisma, a un evento estupendo, que es puro disfrute.

La experiencia cierra con una conmovedora muestra de fotografía de los milongueros homenajeados en “Social Tango”, aquellos que honran la vida a través del baile, en el EspacioFotográfico del Teatro de la Ribera. Nora Lezano, su autora, propone una serie de retratos sobre fondo blanco tomados en un pequeño estudio montado en la milonga «Cachirulo». Así, los protagonistas resaltan, se recortan y, sin darse cuenta, devuelven al tango, fundamentalmente, a la carne y a los huesos.

Quizás no sea tan melancólico ni tan triste después de todo…

CUÁNDO Y DÓNDE

Teatro de la Ribera – Pedro de Mendoza 1821 / Las funciones se realizan de jueves a sábados a las 20, y los domingos a las 19 /Platea: $45.- Pullman $30.- Jueves, platea y pullman: $25.-

FICHA TÉCNICA

Los intérpretes son Rodrigo Arze, Sebastián Fernández, John Galindo, Cristian García, Horacio Herrera, Eva Icikson, Lucía Ohyama, Edwin Olarte Montiel, Leonardo Pankow, Guadalupe Ponzelli, Gisela Seewald, María Josefina Stellato, Violeta Videla y Constanza Vieyto.

El entrenamiento actoral es de Carolina Tejeda, los asistentes de coreografía son Julio Arias y Sergio Villalba, la asistente en coreografía contemporánea es Verónica Maseda, la asistente en coreografía de tango es Mayra Galante, la musicalización y puesta de sonido son de Sebastián CostanzoIgnacio Viano (Maneki), la producción del material de video y fotografía son de Ramón de Oliveira Cezar, la iluminación es de Marcelo Cuervo, el vestuario de Renata Schussheim, la coreografía de Agustina Videla, y la fotografía y el video son de Nora Lezano.