Tips para usar puntas en nivel intermedio

La bailarina Victoria Mazari explica en esta nota algunos de los errores más comunes de las estudiantes de nivel intermedio en puntas. Animarse, revisar la técnica de modo constante y animarse a más, algunos consejos fundamentales.

sábado, 23 de enero de 2016 |

Por Victoria Mazari (*)

En general las niñas y adolescentes que están ya en un nivel intermedio de uso de sus zapatillas de punta tienen mayormente interrogantes respecto de cómo potenciar su trabajo con ellas. Algunos de los más frecuentes son los siguientes:

¿Es conveniente la barra en puntas?

Cuando hay falta de fuerza para subirse a la punta, uno se pregunta mucho si le conviene hacer la barra en puntas. Desde mi punto de vista, no creo que hacer la barra en punta todos días y luego hacer centro sea lo más conveniente. Eso depende también del ritmo de cada clase; pero si alguna chica quiere reforzar, una vez por semana o una vez cada dos, hacer la barra en puntas puede ser una opción. Sólo está bueno de vez en cuando como refuerzo, ya que no es aconsejable descuidar la media punta; es necesario trabajarla siempre.

Hacer la barra en puntas contribuye a que, al tener el apoyo de la barra, hacés relevés más seguidos, ponés el apoyo en una pierna y podés trabajar con más profundidad ciertos ejercicios y de modo repetitivo sin caerte. Da ese apoyo para la falta de fuerza, hasta que logras soltarte.

¿Cuáles son los riesgos más comunes en esta etapa?

Uno es vencer los arcos. Si vencés los arcos con todo el pie apoyado en el piso, cuando te subís a la punta, te vas al dedo gordo. Esto desequilibra la rotación de la pierna. Por más que rotes desde la cabeza del fémur -en la parte superior de la pierna-, el empeine se inclina al dedo gordo y el eje de la pierna en algún lugar se quiebra. En este caso se fuerzan de más tobillos, rodillas y se provoca el juanete. Vale aclarar que los juanetes no son algo que resulta necesariamente de usar las puntas, sino que hay una tendencia al juanete en bailarinas que siempre han trabajado sobre el dedo gordo. Asimismo, cuando hay una tendencia a forzar demasiado a articulación del dedo gordo, se puede lastimar y pueden ocurrir patinadas.

Otro error muy común son las rodillas flojas. Si uno no tiene fuerza en la rotación para empujar la punta y pararse en el dedo gordo, usás el cuádrcep y los gemelos. Al poner la fuerza en el cuadricep, la rodilla se dobla. Cuando uno usa la rotación para estirar la pierna, la rodilla sí se puede estirar correctamente y esto redunda también en el estiramiento del pie. Por eso es que es muy importante  trabajar la rotación para no aflojar las rodillas en punta.

Por otra parte, irse al dedo chico es un error relacionado con falta de fuerza. En este caso sería importante revisar cómo es el trabajo en mediapunta y corregir desde ahí. Si el peso se pone mucho en el dedo chico, probablemente suceda que si se realiza un esfuerzo o algún paso más exigido, la chica se doble un tobillo, lo cual puede generar una lesión.

Nunca es conveniente aguantar el dolor, aconseja la bailarina Victoria Mazari. Foto: Gentileza Victoria Mazari.

Nunca es conveniente aguantar el dolor, aconseja la bailarina Victoria Mazari. Foto: Gentileza Victoria Mazari.

¿Cómo hacer para lastimarse los pies lo menos posible?

Eso es suerte con el tipo de piel que tengas. Hay gente que tiene piel sensible y tarda en generar callos, lo cual hace que se creen ampollas más fácilmente. El uso de las punteras es algo muy personal. Yo conozco casos de gente que hasta ha usado el papel de cocina común y corriente porque había descubierto que le lastimaba la transpiración del pie. Actualmente se usan los dedales de silicona, punteras de silicona. Uno mismo tiene que regular su utilización: cuando la puntera hace que la punta quede muy apretada o la puntera por sí sola aprieta mucho los dedos, no se sienten y es poco probable que pueda hacerse un buen trabajo.

Es importante descubrir qué le afecta a cada uno: si me tengo que vendar cada dedo, si mi problema son las uñas. En ese caso, hay que encontrar el mejor modo de cortárselas para que no lastimen o analizar visitar un podólogo. Las uñas no tienen que estar ni muy cortas, porque la piel se pone sobre la uña y  aprieta; ni muy largas, ya que se van a sentir en la punta y termina siendo incómodo. Cada pie es diferente. En general, los dedos más afectados por las puntas son el gordo, el chiquito y el del medio y cada uno se afecta de modo distinto de acuerdo a las tendencias de cada uno. Tiene que ver con el tipo de pie y la forma de pararse.

¿Cuáles son los principales desafíos de esta etapa?

Las chicas en general se suben a las puntas más por ganas que por dominio. De esta manera, se avanza en muchos pasos con miedo. Existe un vértigo a la punta: algo como “me subo a la pirueta pero me bajo porque me asusté”. El caso es que, además de entrenar mucho la técnica, hay que tener mucho control de las piernas y cuando ya estás sobre las puntas, es importante trabajar -ganar práctica- para acostumbrarse a este nuevo eje y a cómo cambia el cuerpo de uno en relación a ello. Hay un mayor traslado de la cadera y estas descolocaciones generan miedos por los cuales uno se baja de giros y no se anima a quedarse en eje. El secreto es entrenar hasta eliminar esos pequeños miedos que no te dejan continuar avanzando: teniendo en cuenta los cuidados técnicos de rigor, la idea es hacer, dominar la herramienta nueva y este nuevo lugar desde el que me paro para hacer las cosas.

Obviamente siempre es esencial contar con un maestro que cuide que estás colocando perfectamente y que estés haciendo las cosas de manera correcta, sino el miedo viene también porque realmente estás haciendo algo incorrecto y hay que corregir. En este sentido veo que en general hay malas posturas y colocaciones. Es así que no se avanza.

¿Es necesario hacer ejercicios extra para avanzar con las puntas?

Con un buen trabajo en clase es suficiente. Pero hay métodos. Hay chicas que usan las bandas de silicona para fortalecer las falanges. También hay ejercicios de “mediapunta, estiro dedos, mediapunta, talón” para fortalecerlas. Si tenés muchas ganas de hacer algo en tu casa, pedíle a tu maestro que te marque un ejercicio de fortalecimiento en plié y relevé.

El intermedio sigue siendo un principiante, sólo que intenta más ejercicios. Cada vez se le plantea un desafío nuevo: si antes hacía dos relevés, ahora hace seis, y hace puntas en el centro. El trabajo de colocación, rotación y fortalecimiento de la pierna, del pie, de la conexión de la pierna con el pie, el encontrar y mantener el eje siguen siendo igual de fundamentales para pasar al centro, que también es algo nuevo en puntas. Hay que tener los mismos cuidados que cuando uno empezó a hacer puntas en la barra.

Uno de los mayores virtuosismos para las mujeres en puntas es hacer repeticiones. Eso requiere fortalecimiento no sólo de los pies, sino del cuerpo completo. Siempre hay que estar seguido por un maestro y preguntar. Si se adquieren ciertos vicios –no estirar las rodillas, irse al dedo gordo-, una vez que te acostumbrás a bailar así, son muy difíciles de corregir. Hay que encargarse de hacer un buen aprendizaje inicial, en la barra y en el centro.

¿Siempre duele usar las puntas?

Se cree a la danza clásica como una actividad en la que hay que aguantar el dolor. Los chicos, por el hecho de no parar, a veces aguantan el dolor. En ese caso, y con adolescentes, es tarea del maestro preguntar si les duele, cómo va tal o cual cosa y advertir al alumno acerca de los riesgos de aguantar el dolor. Con el tiempo, si aguantan el dolor empiezan a sufrir resentimientos que a la larga, a veces, hasta pueden convertirse en lesiones irreversibles. Esto va de suyo con corregir la técnica, dando explicaciones de causas y consecuencias, con fundamento anatómico de lo que sucede con el cuerpo cada vez que se mueve. Si a un chico le duele, es necesario distinguir si le duele una articulación o si solamente se lastimó la piel. Advertir esto es tarea de los maestros, en quienes los alumnos deben confiar plenamente. No hay que aguantar, sino que hay que preguntar. Y si no le podés preguntar, hay que revisar la posibilidad de cambiar de maestro.

Hay una gran leyenda de que la danza tiene que doler y no es así. Duelen cosas diarias –me duele un dedo, el gemelo porque trabajé mucho, me duelen los glúetos, pero me duelen un día o dos –. Si yo vivo dolorido, hay que consultar con el maestro y con un médico.

(*) Victoria Mazari fue alumna de la Escuela Municipal de Danza Norma Fontenla y del gran Maestro y bailarín Ruben Chayan. Bajo su tutela ganó concursos provinciales e internacionales. Formó parte del Ballet Juvenil de Mar del Plata dirigido por Chayan. Obtuvo beca de estudio en la Fundación Julio Bocca. Integró el Grupo La Rayuela y el Ballet Neoclásico de Buenos Aires. Fue alumna del maestro Alfredo Gurquel y Juana Lederer e integró el Grupo de Danza que ellos dirigían. También integró la Compañía Expresarte Danza-Teatro. Desde 2011 integra el Ballet Metropolitano de Buenos Aires, con el que ha realizado diferentes giras por el país, Chile, Uruguay y conformó parte del elenco que el MET llevó a su primera gira en Rusia en 2012. Fue integrante de las tres temporadas que esta compañía realizó con mucho éxito en C.C. Konex. Dirige la compañía Danseur de Danza-Teatro, fundada en 2013, y con la cual ya ha realizado más de 10 funciones y se prepara para una nueva temporada.

Desde 2006 se desempeña como maestra de Danza Clásica con especialidad en Técnica de Puntas y Elongación y Preparación Física, siendo su principal sede BAYRES Estudio de Arte. Desde 2009 dicta Clases Especiales de Técnica de Puntas.

CLASE ESPECIAL DE PUNTAS: 24 de agosto 2014, a las 14 horas

Victoria Mazari Puntas 24 de agosto