La compañía Cuarto Intermedio, dirigida por el bailarín y coreógrafo Luis Miguel Zúñiga, estrenó nueva obra, “Trascendencia”, que desde un lenguaje contemporáneo busca, a través de un espacio atemporal, trabajar la idea de la transformación personal en el encuentro con la propia “esencia”, en un intento por quebrar una dinámica inerte que nos lleva constantemente a los mismos puntos de partida.

Con lirismo y un trabajo personal de cada uno de los intérpretes en sus interacciones, la obra fluye en su abstracción ofreciendo un espacio para la interpretación por parte del público. Luis, quien  hoy también maestro y ensayista del Cuerpo Nacional de Danza Por La Inclusión, busca distanciarse del lenguaje clásico que es parte de su formación primera –es egresado del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón- para indagar, como director y creador, con otros materiales y en un proceso de creación colectivo: “Encontré música que me gustó y arrancamos a ensayar en abril. Con las chicas empezamos a probar algunos movimientos. En general, la obra se creó en tiempo real. Yo no venía con ideas previas, sino que la fuimos creando en el momento con los chicos. Venía con mínimo concepto de lo que quería, figuras, un movimiento. Yo empecé a hacer obras en 2006. Hasta ahora, la investigación coreográfica siempre había partido del clásico. Con otros conocimientos del contemporáneo que voy aprendiendo, fui completando el estilo que quería crear. En esta obra hubo un vuelco importante, que en gran parte sucedió con el trabajo que hicimos con Cuarto Intermedio el año pasado. Quisimos investigar la improvisación para hacer intervenciones. Fue un cambio de visión”.

La configuración de la obra misma fue una búsqueda para la compañía: “A mí me gustó el camino que fuimos buscando con la coreografía, todos fuimos aportando ideas y surgía mucho esto de encontrarse y desencontrarse. Habíamos realizado muchas series en el lugar y cuando las hacíamos, los chicos se sentían como ‘entre cuatro paredes’. Era como claustrofóbico. Se dio esa idea, así como ‘el encontrarse’, ‘el desencontrarse’. En algún momento me fue llevando a la idea de ese ‘encontrar algo distinto’. Un día apareció la idea del espejo. Imaginé que el bailarín bailaba frente a un espejo, y era como si allí viera su vida, sus experiencias, donde podía visualizar en qué punto de su vida estaba o a dónde quería llegar. Todo aquello llevó a la pregunta de si aquello que había hecho antes debía llevarlo a alcanzar el camino que quería llevar o si tenía que reformular la esencia. Eso terminó siendo la trascendencia”.

En este sentido, los espejos son los mismos bailarines, allí donde se encuentran y se desencuentran, aquel reflejo con el que se identifican y del que se desmarcan constantemente: “El espejo es otro bailarín, que se representa como uno. Cuando el bailarín ve que algo tiene que cambiar, el espejo te vuelve a traer a toda esa cuestión. Finalmente es el devenir. De a uno los intérpretes van trascendiendo. En relación al espejo, cada uno arma su momento en relación a alguna experiencia personal que quiera contar”, explica Luis.

 

Cuándo y Dónde

Funciones: 19 y 26 de octubre, 2 y 9 de noviembre – 19.30 horas | Conventillo Cultural Abasto – Anchorena 575 – Caba | Consultas: (011) 3967 0882 (de 10 a 13 y de 17 a 22 horas) o por mail a cuartointermedio.danza@gmail.com.

Ficha técnica

Dirección, Coreografía y Texto: Luis Miguel Zuñiga | Intérpretes: Alejandra Sabella, Carmiña de la Torre, Laura Feldman, Daiana Scagnetti, Nuria Hortiguera, Silvia Alison, Romina Marisi, Gonzalo Burgoa, Luis Miguel Zuñiga | Música: Yann Tiersen, Hubert Giraud, Max Richter, John James Powell, Antonio Vivaldi. 

Es una producción de Compañia Cuarto Intermedio Danza Experimental®