YAGP #14 | Daiana Álvarez: “La danza es un amor tan grande que me cuesta pensar que podría desaparecer”
Daiana es la más grande del grupo que viajará al Youth America Grand Prix 2014. Esta bahiense de 17 años participará en la categoría Senior. «La danza es como una locura sana», dijo.
Daiana es la más grande del grupo que viajará al Youth America Grand Prix 2014. Esta bahiense de 17 años participará en la categoría Senior, exigente si las hay. Pero ella no se queda atrás ni se amedrenta: “Expectativas hay, pero más allá de lo que suceda, no tengo la menor duda de que va a ser maravilloso. Ya es un sueño hecho realidad competir a nivel mundial, en una ciudad como Nueva York. Eso es espectacular. Más allá de eso, las expectativas están. Siempre tengo expectativas de conseguir algo y poder quedarme afuera o de que me vean, que vean cómo bailo, quién soy, cómo soy…”.
Nuevamente, el aplomo en la voz. Esta cronista, en conversación telefónica con ella, parecía olvidarse por momentos que se trataba sólo de una adolescente. Y como nuestra anterior entrevistada, Lucía Giménez, Daiana Álvarez proyecta tanta convicción como suavidad en sus respuestas.
Cuenta ella que comenzó en la danza a los 6 años, en el 2004, luego de que quedara encandilada con una versión de “El Lago de los Cisnes” interpretada por el Ballet del Sur que la llevó a ver su abuela. Inició así sus estudios en Escuela de Danza Clásica de Bahía Blanca, aunque luego pasó a tomar clases particulares con Liliana Martínez, quien la preparó para concursos nacionales e internacionales. “Así fue que de concurso en concurso llegué al YAGP y me presenté”, cuenta.
¿Cuándo se le ocurrió que la danza sería su carrera? A sus 14 años. “En 2011 fue la primera vez que salí de Bahía Blanca y me fui a tomar seminarios a la Fundación Julio Bocca, en Buenos Aires. Al volver fue como si mi cabeza hubiera hecho un click. Estaba mucho más segura de que lo que quería era bailar. Había visto el nivel que se encontraba afuera y sabía que quería llegar a eso. Cuando fui avanzando y progresando, me di cuenta que había mucho más que Buenos Aires. Desde ese momento fue siempre querer más, más y más. Y así se extendió mi amor por la danza también, porque cada día que pasa me siento con muchas más ganas de bailar y de seguir perfeccionándome y trabajando. Y aparte está el incentivo de mi maestra: cuando empecé a estudiar en el 2012, Liliana siempre me estimulaba porque me veía condiciones y esto se demostraba con los resultados que obteníamos en los concursos que nos presentábamos. Eran buenos: llegué a finalista del Prix [de Lausanne], obtuve varias medallas y demás reconocimientos. Veíamos resultados y cuando esto pasa, uno siempre quiere más”, asegura Daiana.
El YAGP para Daiana: Una audición para disfrutar
“Yo conocía el YAGP, pero siempre por videos que veía en Youtube, por Internet. Me enteré que había audiciones en septiembre de 2013. Yo estaba audicionando para entrar al Ballet Nacional de Iñaki Urlezaga en el Estudio de Olga Ferri y vi los anuncios del YAGP. Fue como que todo coincidía. Yo ya sabía que iba a viajar a Córdoba para hacer la pre-selección del Prix de Lausanne [N. de la R.: en el marco de Danzamérica], pero cabía la posibilidad en cuanto a fechas y lugar de poder audicionar. Siempre lo tuve como una opción porque no sabía lo que iba a pasar en el Prix de Lausanne. Ahí mismo en Córdoba, luego de que me dieron la noticia de que no había llegado a la final, me inscribí para el YAGP, desesperada (risas). Realmente quería seguir haciendo. Pero en el momento de las masterclasses me relajé y dije ´que sea lo que Dios quiera’. Esa relajación me parece que sirvió mucho porque me sentí muy cómoda y muy bien esos dos días de concurso. Estaba muy tensionada la semana anterior en la pre-selección para el Prix de Lausanne y me dije ‘bueno, esto lo voy a disfrutar’”, cuenta Daiana.
Al YAGP llevará la variación del ballet «Esmeralda«, una obra de Jules Perrot estrenada en 1844 en Londres, que fue repuesta luego por el gran Petipa en varias ocasiones para el Mariinsky con su impronta limpia y delicada. Retrata la fallida historia de amor entre Quasimodo y la pasional gitana de ojos verdes relatada por Victor Hugo en su obra «El jorobado de Notre Dame» (1831): “Bailar este personaje es un desafío, más que nada por el carácter. Es una variación que más que nada yo quería tener, como desafío porque sé que soy una bailarina más como Hada Lila o Dulcinea. Soy más clásica clásica. Hace algunos años atrás, cuando me empecé a preparar con mi maestra Liliana, le dije que quería hacer Esmeralda, aunque yo sabía que todavía no estaba preparada para una variación así. Ya el año pasado, que la hice en Danzamérica, decidimos empezar a mostrarla. Es una variación que vengo preparando desde hace un par de años”, explica la joven bailarina. Como variación contemporánea bailará el tango “Escualo”, de Astor Piazzolla.
¿Qué significa bailar para Daiana? “La danza es como una locura sana: a veces cuando no tengo clase por cualquier motivo, necesito bailar de alguna manera. La danza es mi cable a tierra. Cuando tengo algún problema, entro a clase y me olvido completamente de todo. Ese olvidarte es medio contradictorio, porque quizás tenés una lesión o algo y seguís bailando. A veces juega en contra. Pero es un amor demasiado grande que me cuesta creer o pensar que en algún momento va a desaparecer”.