Cómo llegar a ser un profesional de la danza, según el Maestro Alejandro Totto

Perseverancia, fortaleza emocional, y mucho trabajo, algunos de sus tips fundamentales.

miércoles, 16 de julio de 2014 |

Alejandro Totto es uno de aquellos grandes maestros que cautivan con lo que pueden contar. Entre metáforas y vivencias, relatan más que una enseñanza técnica o estilística en relación al ballet. Otrora Primer Bailarín en el Teatro Colón, fue partenaire de la gran Olga Ferri, ha trabajado también en el Dallas Civic Ballet, y, ya profesional, se radicó en Nueva York para perfeccionarse con el Maestro Héctor Zaraspe. También fue Director Artístico del Ballet Oficial de la Provincia de Córdoba, maestro repositor y ensayista para la compañía del Teatro Colón y maestro de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea y de Cadabra, compañía de la coreógrafa Anabella Tuliano.

Haciendo honor a su filosofía de perseverancia y constante aprendizaje, hoy, 9 de julio de 2014, día patrio y feriado, él ofrece igual su clase en el Ballet Estudio, dirigido por Marisa Ferri. Demuestra con el hacer parte de aquello que nos contó que para él son los elementos fundamentales para lograr ser un profesional de la danza en Argentina:

–  El bailarín argentino: trabajador y versátil: «En cualquier compañía en el mundo hoy hay un bailarín argentino. El profesional de nuestro país, el que quiere profesionalizarse, realmente está muy ávido de querer trabajar y progresar. También es muy flexible y versátil. Nos adaptamos mucho a las circunstancias y sabemos sobre la marcha cambiar cosas, cosa que otros no. Tenemos esas virtudes y hay que cultivarlas y aprovecharlas. No pasa tanto con el bailarín europeo. Tiene todo muy claro, es preciso. A veces, demasiado. Cuando se los aparta unos centímetros de esa meta que tienen, ya no saben cómo avanzar».

–  Mantener la pasión que llevan en la sangre: «Lo que se necesita es pasión, sino no hay arte. Y no sólo para bailar, sino que es necesario tenerla en todos los sentidos de la vida. La pasión se demuestra en la atención de los detalles, en la voluntad, en la ganas de hacer».

–  Tenacidad y trabajo, trabajo, trabajo: «Nunca hay que aflojar. El que paró, ya retrocedió. El trabajo tiene que ser cada vez más específico y muy profundo para aprovechar las posibilidades de cada uno al máximo, porque esta es una carrera muy corta. Hoy por hoy a los 40 años se acabó».

–  Perseverancia ante las dificultades. «El lema de una colega mía era: «Sin prisa, pero sin pausa». Fundamentalmente cuando hay lesiones, es necesario no desesperar, entrenar y no dejarse abatir por el momento. Como en todo, lograr los objetivos implica constancia».

–  Ser metódico: «Hay que cuidar y mantener el físico. Siempre hay que buscar la manera de estar en forma. Es imprescindible ser consciente de la alimentación, cuidar la conducta, sino no hay resultados».

– Trabajar la fortaleza emocional: «Muchas veces pasa a los chicos que llegan a Buenos Aires de otras provincias que no les hace bien estar solos. Tienen necesidad de los afectos que están lejos, y no todos tienen esa fuerza interior como para salir adelante en ese sentido. Este es uno de los grandes problemas. Hay otros que están firmes y tienen una “mirada láser” que parece que nada les importa. Cualquiera sea el caso, es preciso trabajar en esta fortaleza porque será necesaria a lo largo de toda la carrera. Guillermo Vilas solía decir que cuando estaba jugando, tenía un montón de amigos, admiradores, pero que cuando terminaba el partido, iba al hotel y estaba solo. Eso a veces es un shock para quienes tienen tanta exposición en su profesión. Lo mismo pasa con los bailarines, que viajan mucho para realizar su labor y que viven de escenario en escenario. Hay que saber enfrentar esas situaciones. A mí incluso hoy me pasa muy seguido también, al momento de ir a dar clases a diferentes países o provincias argentinas: viajo todos los fines de semana del mes. Uno tiene que aprender a estar solo luego de la vorágine. Hay que acostumbrarse a esa forma de vida. Importante es que al bailarín se suman también los dolores después de la función. Pero el show debe seguir. Ser bailarín es de una gran exigencia física e intelectual y se debe ser consciente de eso».

–  La danza evoluciona: la continuidad del estudio y el perfeccionamiento son esenciales para mantenerse vigente: «Hoy los bailarines surgen cada vez más jóvenes y con mayores disponibilidades físicas. Antes despuntaban profesionalmente a los 18 o 19, mientras que ahora ya salen a bailar a los 14 o 15. La danza ha evolucionado mucho gracias a los desarrollos tecnológicos de tratamiento médico, principalmente aquellos aplicados al deporte. Ha cambiado el saber muscular y mecánico del cuerpo. No es lo mismo ‘levantar una pierna’, que saber sentir el isquiotibial externo, el abductor, el isquiotibial medio, los dorsales. Cada vez la cuestión es mucho más sutil y es impresionante cómo ello ha impactado en las formas de los cuerpos. Si yo tuviera que definir hoy la danza clásica, diría que es ‘el arte de la direccionalidad de las energías’. Hay que saber direccionar energías a través del cuerpo y sus herramientas. El ‘principio’ fundamental de la danza como arte sigue siendo el mismo, pero cambian las ejecuciones. Sucede que muchas veces esta sutileza técnica, en el fragor de querer hacer cada vez más perfecta la cosa, va perdiendo el artista. Por eso, lo ideal es mantener y transmitir aquel trabajo artístico de hace años en combinación con el desarrollo técnico y mecánico de hoy. Uno de los mayores desafíos actuales es la limpieza técnica, considerada prioritaria por cualquier director de compañía. La danza evoluciona tanto que los maestros también buscan seguir este ritmo: en festivales, concursos o seminarios internacionales siempre están ávidos de ver las clases de sus colegas para ver qué se puede aprender de cada uno. Y yo, en este contexto, solamente tengo una definición para mi persona: sólo sé que no sé nada».

 Ser curioso, abierto, valiente para aprovechar las oportunidades: «Generalmente hoy hay más posibilidades para informarse y probar llegar a una compañía de cualquier parte del mundo. Antes no teníamos esas chances de comunicación. Ahora hay un intercambio de información muy grande a través de Internet que permite que te puedas enterar de muchas cosas que antes los bailarines ni sabíamos que existían y a muy bajo costo. Tampoco antes había la cantidad de concursos que hay ahora. Quien desea hacer carrera debe prepararse, informarse, conversar con sus maestros y buscar las oportunidades».

Próximas clases del Maestro Totto en Ballet Estudio

Seminario de técnica clásica 1° semana de vacaciones de invierno (21/07 al 25/07): lunes a sábado 12.30 a 14.30

Clases regulares: miércoles a las 19

Dirección: Marcelo T. de Alvear 1435, Recoleta (CABA) – Tel.: 6089-6435 | 4811-6298