Analía González y la CEM: Haciendo camino al andar

Con una obra movilizante y energética -«Rayuela»-, la C.E.M (Compañía en Movimiento), dirigida por Analía González, consolida su impronta a fuerza de trabajo en equipo y mucho talento.

domingo, 18 de mayo de 2014 | Por Maria José Lavandera

No es necesaria demasiada introducción para la coreógrafa Analía González. Directora del exitoso “El Choque Urbano”, también lo es de otra agrupación hermana, su Compañía en Movimiento (C.E.M), con la cual se propone andar caminos creativos más personales junto a artistas están fuera y dentro de “El Choque…”. Este año el C.E.M reestrenó «Rayuela (o el juego de la vida)”, en el Teatro El Cubo, la primera pieza exclusiva de este grupo nacido en el año 2010.

“Rayuela” se propone como una metáfora poblada de energías diversas: altibajos de la vida que encuentran su cauce a través de un ir constante y de las que sale airoso el luchador. Las escenas, en un clima claroscuro, van hallando su continuidad a través de cada número en ascenso al Cielo. Una propuesta kinética siempre poderosa, de gran despliegue físico, va completando la idea de una vida que no se deja quebrar. Como indicaba María José Rubín en su reseña para REVOL en 2013, titulada “El cielo en la Tierra”: “(…) a lo largo de este juego que es la vida, los cuerpos enfrentan la adversidad, luchan y se dan por vencidos, pasan de la dicha a la tristeza, tan rápido y tan suave que no se puede trazar una línea fronteriza. Hacia el final, un etéreo cielo celeste los espera, donde la fuerza de gravedad que aqueja sus movimientos en vida ya no los afecta”.  

“Viví dos situaciones bastante fuertes y ambas relacionadas con la muerte, no con la pérdida en sí, sino con el sentir lo que puede pasar ante la muerte. Afortunadamente fueron situaciones con finales felices, pero me pasaba que tenía una necesidad guardada de hacer una obra que celebre un poco la vida y que de una forma u otra nos reconcilie con el concepto de lo que es la muerte. Encuentro en quienes la ven que la obra los emociona, pero no los entristece. Con Rayuela es la primera vez que necesito montar una obra en base a algo que me pasó. Rayuela fue un juego muy importante en mi vida y una de las personas con quienes viví esta situación fue mi hija. Luego de una dura situación de salud que ella vivió cuando ni siquiera caminaba aún, nuestro primer juego de encuentro fue una rayuela en un piso de goma. Fue así que, inspirada en esto, empecé a trabajar sobre temas muy abarcativos, como la relación con la vida, la muerte, el miedo y el amor. Me puse a pensar cómo se sostiene todo en la vida”, explica Analía sobre su creación.

Analía González, directora de la C.E.M: Rayuela es la primer obra de esta compañía, al tiempo que es su primer trabajo inspirado en experiencias de vida personales. Foto: Garage Fotografía.

Analía González, directora de la C.E.M: Rayuela es la primer obra de esta compañía, al tiempo que es su primer trabajo inspirado en experiencias de vida personales. Foto: Garage Fotografía.

El trabajo sobre la obra fue una elaboración colectiva, un proceso que, según comenta, caracteriza los abordajes creativos de la compañía: “Traté de pensar cómo elaborar estos campos temáticos sin caer en lo naif, en los clichés. Estaba jugando con un riesgo por ser conceptos muy fuertes y generales. El caso es que con los chicos empezamos un proceso de trabajo sin mucha claridad respecto de lo que quería hacer, pero sí de lo que quería hablar. Y de a poco fueron apareciendo las cosas que te van marcando el camino. Tuve recuerdos de mi niñez, recuerdos de mi reencuentro con mi hija. Empezaron a aparecer mágicamente los caminos, las guías. Cuando empezamos el proceso juntos con los bailarines, trabajamos mucho sobre las emociones. Mientras yo iba guiándolos un poco, empezamos a hablar de las emociones que nos habían movido a cada uno a lo largo de la vida en relación a estos grandes temas. Es ahí donde empezaron a aparecer las palabras: la familia, la voluntad, la esperanza, el amor, la ira, la soledad. Esas palabras que empezaron a construir las escenas de la obra”, explica Analía sobre esta creación.

Rayuela, una obra que indaga en los distintos escalones, contradictorios, de la vida con imágenes metafóricas potentes y energéticas. Foto: Jonathan Monge.

Rayuela, una obra que indaga en los distintos escalones, contradictorios, de la vida con imágenes metafóricas potentes y energéticas. Foto: Paola Evelina.

Para ella, es la comunicación es el secreto de la organicidad que se avizora como una película transparente que cubre cada instancia de la obra. “Desarrollamos juntos las ideas. Generalmente trabajo con un disparador, una idea madre y la voy desarrollando en base a lo que a ellos les pasa con esa idea. Guiándolos, pidiéndoles, modificando, dándoles la libertad también para que ellos propongan, planteen, rechacen. Yo creo que esa es la base de la compañía. Trabajamos con mucho respeto y mucha libertad. Nos escuchamos mucho, hablamos mucho, nos peleamos, nos permitimos las crisis, y eso fortalece un montón. No somos un grupo que nos juntamos para hacer una obra, para un determinado proyecto, sino que somos un grupo en movimiento constante. De ahí el nombre y desde hace cuatro años, no paramos nunca. Cuando no estamos montando, tenemos dos encuentros semanales y cuando sí estamos montando, nos vemos todos los días y si es necesario, los fines de semana. Trabajamos arduamente y con mucha conciencia, y tenemos una continuidad de trabajo. Al mismo tiempo, cada uno tiene su independencia, su espacio. Cada uno es único y juntos pueden generar algo único”, explica Analía.

Foto: Jonathan Monge.

Foto: Paola Evelina.

Además, van trabajando sobre la especificidad de las habilidades y los aprendizajes de cada uno. Cuenta Analía que el aprendizaje de técnicas es constante para poder avanzar en distintos rumbos creativos: “Dentro de la compañía hay un abanico de posibilidades. Todos toman clases de danza contemporánea conmigo -unifica el lenguaje-, pero a su vez contratamos maestros dependiendo de lo que necesitemos. Desde curso de parkour, hasta ballet –con el Maestro Baldasarre-. Actualmente van a empezar a tomar clases de flexibilidad con Laura Winter. Vamos rotando de acuerdo a lo que queramos indagar”, comenta la coreógrafa.

Analía explica que este año la obra logró redondearse: “La experiencia me clarifica que cuanto más tiempo pasa, la obra madura cada vez más. Creo que sigue el mismo camino, pero va tomando diferentes matices. Los bailarines maduran dentro de la obra. Yo creo que básicamente es eso. El intérprete madura, va entendiendo, le van pasando cosas nuevas y en base a ellos es que se va modificando la obra”.

Foto: Jonathan Monge

Foto: Paola Evelina

Y la historia de “Rayuela” continúa en sus planes: para este año tienen pensado llevarla de gira a otras provincias argentinas, así como presentarla en festivales.

Por otra parte, la C.E.M continúa su expansión: planifican la realización de un videodanza. Por otra parte, como siete de sus diez integrantes pertenecen también a “El Choque Urbano”, los espera también la realización de una nueva obra para este equipo.

Hay equipo. La CEM y su simpatía en pleno. Foto: Gentileza Analía González.

Hay equipo. La CEM y su simpatía en pleno. Foto: Gentileza Analía González.

Cuándo y Dónde

Rayuela (o el Juego de la Vida) -> ÚLTIMA FUNCIÓNSábado 24 de mayo 2014, en el Teatro El Cubo (Zelaya 3053, CABA)

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