YAGP: Un gran comienzo para Argentina

Los chicos argentinos rompieron el hielo en este mega concurso con profesionalismo y prolijidad.

lunes, 07 de abril de 2014 | Por Maria José Lavandera

Desde Nueva York

Luego de varios días de concurso –desde el pasado 3 de abril-, el Youth America Grand Prix va promediando ya su decimoquinta edición.  

Y la primera delegación oficial elegida en octubre de 2013 en Buenos Aires, organizada por Grupo ARS junto a Larissa y Gennadi Saveliev –directores y fundadores del YAGP-, que llega a estas instancias de “final” en la vibrante ciudad de Nueva York, verdaderamente no se quedó atrás frente a quienes podríamos decir que son los 350 «mejores» estudiantes de danza del mundo en categoría solista. Ellos son Paloma Ramírez Azambuja y Victoria Papa –en la categoría pre-competitiva, durante los primeros días-, Jazmín Gude Alonso, Rocío Agüero y Lucía Giménez –en categoría Junior- y Daiana Álvarez y Luciano Perotto –en categoría Senior-. Completa la delegación competitiva Amparo Vázquez, elegida en el contexto de Danzamérica, para la categoría Senior.

Vale mencionar también el caso de dos mellizas santiagueñas, de 12 años, Celeste y Noelia Díaz, alumnas de Pablo Hernández y Eugenia Morán –hoy directora del Teatro 25 de Mayo en Santiago del Estero-, que han sido también seleccionadas en Buenos Aires para participar fuera de concurso, en el así denominado “Grand Defile”, que se llevará a cabo el próximo 10 de abril, y que viajaron incluso con el apoyo del gobierno provincial de Santiago del Estero. También fuera de concurso fue invitada a tomar clases y tomar parte del evento final Gaia Tornelli, oriunda de Buenos Aires.

Todos, a su vez, participan de una intensiva semana de clases que se alternan entre los estudios de Alvin Ailey, del American Ballet Theatre, Juilliard School y Manhattan Movement and Arts Center, junto a maestros en igual manera increíbles, como Raymond Lukens, director artístico del National Training Curriculum Program del ABT, Tadeusz Matacz –director de la Escuela John Cranko del Ballet de Stuttgart-, Franco De Vita –Director del ABT JKO School-, entre otros.

Fachada de los estudios Alvin Ailey, en Nueva York, donde los chicos toman clase en el marco de la competencia. Foto: REVOL.

Fachada de los estudios Alvin Ailey, en Nueva York, donde los chicos toman clase en el marco de la competencia. Foto: REVOL.

La competencia hasta ahora 

Hasta el día de hoy -7 de abril- los chicos en categoría pre-competitiva (9 a 11 años) ya atravesaron su interpretación clásica y contemporánea, y aquellos en Junior y Senior (entre los 13 y los 18 años)-, atravesaron la interpretación de su variación contemporánea en el Jack H. Skirball Center for the Performing Arts de la New York University. Es durante los días 7 y 8 de abril que les tocará a estos últimos demostrar sus habilidades en danza clásica, ante un jurado compuesto por los directores y miembros de las escuelas de danza de élite del mundo, como Eric Camillo –de la Opera de Paris-, Franco De Vita, Sergei Filin –Director Artístico del Bolshoi-, Anne Marie Holmes –Directora Artística de Ballet en Jacob´s Pillow-, Tadeusz Matacz, Luca Masala –Director Artístico de la Princess Grace Academy of Classical Dance, en Mónaco-, Jay Jolley –Director en el Royal Ballet School, de Londres. Y esto sólo por nombrar algunos.

Fachada del John Skirball Center for the performing Arts, donde se lleva a cabo la tarea de selección. Foto: REVOL.

Fachada del John Skirball Center for the performing Arts, donde se lleva a cabo la tarea de selección. Foto: REVOL.

El YAGP, uno de los más exigentes del mundo en materia de cantidad de participantes, goza de una alta reputación en cuanto a su posibilidad de disparar carreras. Es así que miles de chicos entre 9 y 18 años alrededor del mundo se prepararan para las pre-selecciones locales, que los llevan luego a la final en Nueva York, donde se realiza, a su vez, una selección final entre quienes quedarán los ganadores de becas, contratos y medallas.

Puntos de reflexión

Lo cierto es que en Estados Unidos, China, Brasil, algunos países de Europa –Francia, sobre todo- y, desde hace unos años, también Japón, han cultivado una “tradición” de preparación para competencias que permiten a sus estudiantes una solvencia, solidez y efectividad en el escenario, en coreografías de apenas un par de minutos, que logran asombrar.

No obstante, en conversación con algunos jurados, ellos indicaban que la necesidad de «demostrar» a veces puede tener un correlato que no hace verdadera justicia a las capacidades artísticas de muchos de los chicos. De hecho, las presentaciones en danza contemporánea adolecieron en general de aquello que habitualmente sucede con este “estilo” cuando es exigido en concursos. Los participantes hacen mayormente un despliegue de habilidades físicas, que, como ha indicado en entrevista Luca Masala estos días para REVOL (próxima a publicarse), muchas veces tampoco tiene que ver con gozar de un gran bagaje de concienzudo trabajo técnico: es “maquillaje” para el concurso. Por otra parte, como ya hemos podido advertir a colación de la pre-selección del Prix de Lausanne en Córdoba, la mayoría de las variaciones contemporáneas lejos están de enmarcarse en una lectura del lenguaje moderno o la puesta en práctica de una tradición o perspectiva que pudiera dar marco a las interpretaciones.

Dicho esto, sin embargo, algunos de los grandes maestros que ofician como jurados también señalan, tal como Larissa Saveliev lo ha dicho en reciente entrevista para REVOL (pronta a publicarse), que, a través de todo aquello, es posible advertir el gran potencial que existe en los estudiantes de danza que se presentan. Es así que el criterio de selección tiende a una lógica pedagógica: buscan, ante todo, aquellos a quienes entienden que pueden “formar”.

He aquí entonces el principal logro del YAGP: no se agota en una instancia de competencia. Es también un excelente espacio de encuentro y aprendizaje. Los participantes elegidos para la final en Nueva York, viven una semana de ensueño, en una de las capitales del mundo, aprendiendo de maestros maravillosos en espacios maravillosos y compartiendo con colegas de todas partes del mundo. Esto opera también, y ahora pensando ya en Argentina, como una instancia de evaluación propia y auto-critica: permite un puntapié para analizar “dónde estamos” en relación a las exigencias de las mejores escuelas del mundo, qué se ha logrado hasta el momento y qué es preciso mejorar en pos de elevar cada vez más el nivel y el crecimiento de los estudiantes argentinos. Resalta así la importancia inexpugnable que deben tener las instancias de educación de arte y, en este caso, específicamente en danza, en nuestro país, aspecto que ha sido descuidado desde hace años a nivel oficial, marco en el que se forman seis de nuestros siete participantes actuales en el YAGP.

En este sentido, uno de los grandes logros de los chicos argentinos y de sus maestros en Nueva York es haber llegado a esta instancia con la seriedad, la prolijidad y el profesionalismo con que lo han hecho. Su desempeño, siendo que les ha tocado en suerte, además, “romper el hielo” como delegación para Argentina, ha sido, sin dudas, ejemplar. Y finalmente, la verdad que, poniendo también el corazón en la mesa, ya el sólo escuchar sus nombres antes de salir al escenario llenó de orgullo a esta humilde cronista que los acompaña en esta increíble misión ¡Ahora esperamos ansiosos la variación clásica de los más grandes!

Nota: Debido a los estrictos parámetros de publicación de material gráfico en el marco del concurso es que aguardamos fotografías oficiales para ilustrar el desempeño de los artistas intervinientes.