Erica Cornejo: “Tengo ansias de transmitir la pasión que yo siento por mi profesión”

La bailarina, Principal del Boston Ballet desde 2006, ha tenido una carrera impecable, que abarcó todos los repertorios, A sus 37 años, está a punto de comenzar un nuevo desafío profesional junto a su marido, el bailarín Carlos Molina: abrirá su estudio de danza propio en Boston y lo inaugurará con un Programa de Verano Intensivo Internacional.

viernes, 08 de abril de 2016 | Por Maria José Lavandera
Foto de portada | PH: Igor Burlak

Erica Cornejo es de esas personas que sonríen casi todo el tiempo. Proyecta una energía positiva, fresca, brillante en su hablar pausado y dulce. Es imposible no sentirse bien conversando con ella. Así también, esta actitud de vida se combina virtuosamente con otra serie de cualidades, que la han convertido en una de las bailarinas argentinas más queridas y destacadas en los escenarios de Estados Unidos: potencia física, técnica perfecta y un interés profundo por el desarrollo interpretativo de sus roles, algo que para ella es fundamental. “Es que es tan importante poder realmente generar autenticidad cuando estás bailando. Hoy hay una tendencia a focalizar en las habilidades técnicas, que sin duda son importantes, pero no se puede perder el interés en entender por qué esos movimientos están ahí. Los pasos siempre tienen intención, requieren de energías diferentes de acuerdo a esa intención, no es todo lo mismo. Poder entrenar y ensayar con esa perspectiva en la mente es lo que marca la diferencia para convertirse en artista. Creo que eso es fundamental de transmitir a las nuevas generaciones de bailarines, sino ni siquiera la técnica tendría sentido tampoco. La aprendemos, porque nos ayuda a bailar, pero no hay que confundirse y creer que sólo eso nos alcanza”, explica la bailarina.

Y recientemente, a juzgar por las críticas y comentarios de especialistas, ello tuvo su correlato muy material en una interpretación épica de Tatiana, en el “Oneguin” de Cranko en el Boston Ballet, que integra como Principal desde 2006, un rol que, en este momento en que se siente promediando una etapa de su carrera, la convoca especialmente por su despliegue dramático: “Cuando empezamos a ensayar este ballet, sabía que quería exprimirlo. Le quería sacar hasta el último detalle. La cuestión es que ‘Oneguin’, a comparación de otras historias, está armado de una forma que, a mi gusto, si te olvidás un detalle, ya no es lo mismo, no se entiende. Se tiene que ver bien el contraste entre la primera parte, cuando ella está enamorada con tanta inocencia, y la última parte, en que ella ya es mayor, está casada y vuelve a aparecer su amor, Oneguin. En el último Pas de Deux se condensan todas las contrariedades y eso tiene que notarse. El dolor que ella siente, el amor -que nunca se le fue- y el enojo contra él. A su vez, es un ballet que requiere que la mímica, la forma de actuar tenga que estar muy clara y ser muy auténtica, sencilla y natural. Los repositores de la obra, por ejemplo, nos indicaban todo el tiempo que nos paráramos en el escenario como lo haríamos en nuestra vida cotidiana. Uno camina en sexta, no en primera. No hay exageraciones, como sí sucede más en los ballets románticos, en que se usa mucho el port de bras grande y ornamentado. Aquí el énfasis estuvo puesto en la verosimilitud de los ademanes y que besar o abrazar a alguien fuera precisamente eso, no otra cosa. Yo tenía muy claro de entrada lo que quería lograr de Tatiana. El trabajo con los repositores fue muy productivo, porque ellos nos guiaban y nos daban líneas de acción, pero nos dejaban crear en base a eso. Mi cabeza iba a mil (risas)”.

Erica Cornejo y Paulo Arrais, en "Oneguin" de Cranko. Foto: Liza Voll.

Erica Cornejo y Paulo Arrais, en «Oneguin» de Cranko. Foto: Liza Voll.

Relata también que para ella fue fundamental el trabajo mancomunado con su partenaire, el brasileño Paulo Arrais, quien fue su Oneguin en esta ocasión: “Cuando vos querés que todo sea lea bien, no sólo depende de vos, sino de los otros bailarines que acompañan la escena. Ellos reaccionan a tus acciones. Ese diálogo es muy fundamental. En este ballet es primordial esa comunicación, que estemos todos muy conectados y de acuerdo en la dirección hacia dónde va el trabajo y la interpretación. No porque tengamos que saber milimétricamente lo que el otro va a hacer como robot, sino justamente lo contrario: entendernos y sabernos en la misma página para seguirnos en los sentimientos, que leamos realmente lo que estamos sintiendo. En esta ocasión fui muy exigente con los bailarines a mi alrededor y con mi partenaire, conversamos mucho cada escena para hacer consciente qué es lo que estaba pasando ahí, qué queríamos decir. Paulo se dejó guiar por mí también, algo que agradecí mucho. Este fue uno de los ballets más fuertes y demandantes que he bailado. El último Pas de Deux es una sucesión de sentimientos encontrados y eso es muy denso a nivel interpretativo. Ahora es ella que lo rechaza, pero él es el amor de su vida. Pasa por la duda, la frialdad, la ternura y el rechazo, todo en unos minutos. Si uno tiene claro en la cabeza por dónde va, no es tan difícil. La coreografía tiene que estar también tan en el cuerpo que no tiene que ser nada para vos, tanto que cuando lo bailes sea solamente el vehículo para los sentimientos. Es un trabajo mutuo que lleva tiempo. No es un Pas de Deux que se hace de un día al otro, requiere muchísima elaboración. Si te digo en todo lo que he pensado… Los significados de los detalles hacen la obra: cómo agarro el libro, cómo leo, la intensidad de los besos, de los modos de mirarse. Era necesaria coherencia absoluta entre esos movimientos, los significados, la música. Y Cranko es un genio. Él ha coreografiado esta obra de tal modo que a uno le salen realmente los sentimientos de las entrañas. No es tan difícil no sentirlo. Al que no lo siente, no le corre sangre. Cada paso parece diseñado para ese compás de música, no pensás que pueda haber otro. Él ha sabido adecuar la música y el paso para crear el sentimiento correcto en cada momento, de modo que se vislumbre lo que la historia necesita para ser contada”.

Para ella llegó este rol con el timing exacto: puede reunir tanto aprendido a lo largo de sus más de 20 años como bailarina -antes de llegar a Boston, fue solista en el American Ballet Theatre– y habiendo trabajado con algunos de los mejores coreógrafos del mundo, desde William Forsythe hasta John Neumeier: “’Oneguin’ fue una experiencia increíble. Una de las cosas más lindas que bailé. Llegó justo en mi carrera. Ya me siento capacitada técnicamente y artísticamente, tengo mucha información que puedo utilizar para crear este tipo de roles. De joven no has bailado lo suficiente. Casi al final de mi carrera y como siempre me ha encantado escuchar a los coreógrafos que te abren la mente creativamente, los ballet masters, buenos y generosos maestros que me han guiado en la parte artística, uno luego junta y todo eso te ayuda a crear un rol de un modo diferente”, asegura Erica.

Y es en el contexto de este momento de transición es que ella siente, a sus 37 años, que es el momento de también ofrecer sus conocimientos a nuevas generaciones de bailarines. Además de repartirse en su papel de mamá de Matías, de dos años, y su actividad como bailarina, llegó de a poco un nuevo proyecto, que ya tiene nombre y está a punto de ver la luz: se trata de “Integrarte”, el estudio de danza que inaugurará en agosto junto a su esposo, el bailarín colombiano Carlos Molina, otrora también Principal del American Ballet Theatre y del Boston Ballet y hoy especializado en coaching para estudiantes y en técnicas de acondicionamiento físico.

Está especialmente contenta, pues cuenta con el apoyo de su director, Mikko Nissinen, en esta nueva iniciativa, quien le ha dado la posibilidad de consensuar, a partir de ahora, en cuáles producciones participar, de modo que pueda dedicarle más tiempo a su proyecto: “La verdad que el schedule en el Boston Ballet es muy cansador. Tenemos una agenda de ensayos muy intensa y realmente uno se desgasta mucho. Yo quiero bailar y estoy lista para bailar, soy fuerte físicamente y mi cuerpo da para salir a bailar sin una rutina tan exigente”, relata.

Erica Cornejo fue solista en ABT y hoy Principal en el Boston Ballet. Técnica impecable y profundidad escénica. Foto: Gentileza.

Erica Cornejo, técnica impecable y profundidad escénica. Foto: Gene Schiavone.

Bailar en verano

La primera actividad oficial de Integrarte será un Programa Internacional Intensivo de Ballet que durará un mes -todo agosto de 2016– durante el verano estadounidense y que no sólo los tendrá a ambos como profesores -lujo si los hay-, sino también al multipremiado Herman Cornejo, hermano de Erica y una de las grandes estrellas del firmamento dancístico actual. Buena será la ocasión para aquellos chicos y chicas de todas partes del mundo, de 15 años en adelante y que estén en serio camino a ser profesionales, nutrirse de los conocimientos de estos tres consagrados artistas.

El mayor atractivo es que ellos no sólo buscan ofrecer las clases necesarias de técnica y preparación física, sino trabajar con ellos casi de modo personalizado -el cupo de inscripción es limitado a 40 alumnos- la cuestión interpretativa, partenaire y estilo en el marco de la enseñanza de repertorio. El objetivo: que durante ese mes, los estudiantes puedan salir con el capital de haber interiorizado correctamente una serie de variaciones, con el aprendizaje de algunas pautas y secretos respecto de las características del trabajo profesional en los niveles más altos de la danza clásica internacional y, por supuesto, disfrutar de la interacción con estos grandes maestros, una oportunidad única para cualquier estudiante que anhele convertirse en bailarín.

Explica la bailarina: “Queremos enfocarlo más en coaching personalizado y armar la agenda diaria como si fueran días de compañía, no simplemente tomar las clases, repertorio y al otro día lo mismo, sino que los chicos experimenten realmente cuál es el ritmo de una compañía. Nuestra idea es practicar con ellos Pas de Deux paradigmáticos de repertorio -con sus variaciones y coda- y enseñarles algunos trucos para el escenario y la interpretación. Queremos ofrecerles conocimientos que les serán útiles y aplicables al entrar en una compañía y con material que les quedará aprendido para bailar en galas o concursos. También, por supuesto, vamos a enfocar en el desarrollo técnico en cuanto a calidad de movimiento y en la parte artística y de interpretación dramática de las variaciones que pongamos. Y, finalmente, tendremos también clases de estiramiento y fortalecimiento muscular, de modo que cada uno aprenda a conocer su cuerpo y sea autónomo en la decisión de qué hacer para finalizar una clase o un día de entrenamiento, sin lastimarse. Es una consciencia que falta trabajar. Carlos será el encargado de enseñarles cómo fortalecer ciertos músculos que te ayudan al bailar”.

Foto: Gentileza.

Foto: Igor Burlak.

Integrar las artes en Jamaica Plain

Esta iniciativa surgió como parte de un deseo de larga data: “La idea siempre estuvo, pero ahora llegó el momento, porque también encontramos el espacio. Mi marido, que es inquieto, pasó por una iglesia, cuyos ventanales le llamaron la atención. Miró hacia adentro y encontró un espacio enorme e ideal para ballet. Es difícil encontrar espacios grandes, con techos altos. Hablamos con los encargados de este espacio – la Hope Central Church– y decidimos invertir en el piso para empezar a dar clases abiertas. A mí siempre me llamo la atención enseñar. Desde chica, cuando empecé a hacer ballet. Mi sueño era mi estudio propio y ayudar a otros estudiantes”.

Y si bien el ballet es hoy por hoy la motivación fundamental, no quieren quedarse solamente anclados en esta disciplina, al tiempo que anhelan que su nuevo espacio se convierta en un epicentro cultural de la zona en que viven, Jamaica Plain. “A mí me encantaría armar un centro cultural. Carlos creó el nombre, que justamente nace de esta idea de integrar las artes e integrar a través de las artes, que es nuestro otro norte. Con Carlos hemos compartido el concepto de darle oportunidad de aprender a todos los que quieran aprender y de que nos gustaría sumar clases de distintos estilos – tango, balllroom, yoga-, no sólo ballet, aunque sí seguramente sea el punto fundamental. Queremos tener muchos buenos maestros a futuro y contratarlos en muy buenas condiciones. Con el tiempo queremos traer maestros internacionales para ofrecer seminarios y nos gustaría becar a los estudiantes con cualidades, así como ofrecerles nuestros contactos para ayudarlos. Y la idea de integrar a través de las artes consiste en que queremos desarrollar un centro de actividades que envuelvan a toda la comunidad y a artistas locales de distintas disciplinas. Si bien de comienzo fue un ir y venir, más que nada por la cuestión del riesgo económico, nos amparamos en la buena predisposición de los administradores del lugar y su motivación para con nosotros, y también porque realmente es un espacio increíble. Quién sabe si lo volveríamos a encontrar. Fue tener esa sensación de que es una oportunidad única en la vida”, cuenta Erica, con entusiasmo.

Open Classes

Actualmente dan open classes a todos quienes se quieran acercar a aprender ballet. Comenta Erica que tiene una especial debilidad por sus alumnos mayores, es decir, sus chicos de entre 60 y 80 años, fans de sus clases y, supongo yo, de sus explicaciones didácticas y su paciencia: “Al comienzo tenía algunas inquietudes. Me costaba imaginar qué les gustará, cómo se moverán, qué les hará sentir mejor y que no se vayan a lastimar. Con el tiempo, me fui dando cuenta de que el quid de la cuestión es la motivación. Muchos de ellos quieren que vos los empujes a hacer más y que la actitud como maestro debe ser la misma que cuando enseñás a alguien joven. Ellos se exigen en el mismo nivel. Uno cree que por la edad no van a ser profesionales, pero la verdad es que eso no quiere decir que no van a bailar, porque pueden hacer otras cosas más adaptadas a sus posibilidades y verse bien. Por supuesto que no entrenan pensando en que quieren entrar a una compañía, pero quieren avanzar y mejorar. En ese punto es la misma mentalidad que a los 20 años. Yo estoy chequeando todo el tiempo el ritmo de la clase y me resulta admirable que para ellos nunca es suficiente. Siempre quieren hacer el paso una vez más para aplicar las correcciones que les acabo de hacer. Le ponen una pasión: todo lo aplican, lo escuchan, lo adquieren en un segundo, con un interés impensado. Me dan una satisfacción enorme. Debo decirte que incluso en muy pocos casos veo esa actitud en los estudiantes jóvenes, que es ese deseo de superarse, de progresar, de bailar, de corregirse, de escuchar al maestro cuando habla, de intentar, probar. Increíble. Me toca trabajar más, lleva muchísima más energía, pero es tan gratificante que no lo cambio por nada”.

Es que, para ella, hoy por hoy se trata de dar algo de todo lo que ella siente que ha recibido: “Tengo ansias de transmitir, enseñar, de poder tener la capacidad de despertar la misma pasión que yo tengo por mi profesión a otra gente. Tengo ganas de dar y ayudar. Ante todo, creo que nos interesa que la gente se sienta bien. Partimos de ahí”, concluye Erica.

Cuando solista en ABT. Foto: Gene Schiavone.

Cuando solista en ABT. Foto: Gene Schiavone.

Para saber más…!

+Programa Intensivo de Verano de Integrarte:

 

El programa tendrá clases entre lunes y sábados desde las 10am hasta las 6pm, incluyendo una hora de almuerzo.

Edad: 14 años en adelante, con SOLIDA técnica clásica. El curso está dedicado a alumnos a partir de niveles intermedios.

Fechas:
-4 semanas: 1 – 27 de Agosto
-2 semanas: 1 – 13 de Agosto
-2 semanas: 15 – 27 de Agosto

– Para inscribirte es muy fácil: debés llenar el formulario ONLINE, y realizar el pago de matrícula de US$30.

PARA OBTENER MEDIA BECA

La participación para OBTENER MEDIA BECA es vía admisión a través del siguiente material:

– Video: Link a un video subido online (Youtube). Debe ser un video de hasta 15 minutos aproximadamente. Sólo se necesitan ejercicios de centro. Las chicas deben llevar una malla de color sólido, medias y zapatillas rosas. Deben completar todas las combinaciones en punta. Los varones deben llevar una camiseta blanca ceñida, calzas negras y zapatillas negras o blancas. El video debe ser reciente, de un periodo no mayor a los tres meses de su envío.

Pasos a ser mostrados: Adagio | Combinación de Pirouettes (en dehors y en dedans) | Petit allegro | Grand allegro

-Especial para varones: Tour en l’air | Tours a la seconde | Grandes saltos

-Especial para chicas: Combinación de trabajo de puntas (obligatorio) | echappés | relevés in arabesque | Combinación de giros en diagonal 

New Integrarte poster esp

El registro está abierto hasta el 30/05!

+INFO online o escribí a integrarteusa@gmail.com