Victoria Papa: “Participar en YAGP fue un crecimiento”

Victoria Papa, con 11 años, participó en la categoría Pre-competitiva, y quedó entre las 12 finalistas del YAGP, entre 125 chicos, y fue acreedora de una beca completa para el Summer Intensive –curso intensivo de verano- de la Bolshoi Ballet Academy of Moscow.

lunes, 18 de agosto de 2014 | Por Maria José Lavandera

Ya hemos hablado bastante de Victoria Papa. Es que no deja de sorprender. Tiene un talento particular y una pasión por bailar que la lleva a disfrutar de cada vez que pisa del escenario con una solvencia y una solidez bastante poco comunes para sus doce años recién cumplidos. Habrá que tenerle el ojo cerca a esta pequeña, que también habla fuerte y segura, completamente convencida de cada una de sus palabras.

Ella fue seleccionada en la primera edición del Youth America Grand Prix realizada en Buenos Aires en 2013, para participar en Nueva York. En aquel momento, con 11 años, participó en la categoría Pre-competitiva, de la que resultó una de las 12 finalistas, entre 125 chicos, y fue acreedora de una beca completa para el Summer Intensive –curso intensivo de verano- de la Bolshoi Ballet Academy of Moscow, entre el 23 de junio y el 11 de julio de 2014, que se realizó en el Westover School, en Connecticut (USA). “Sentí mucha felicidad cuando el día de la premiación logré estar en las Top 12 y más alegría cuando anunciaron las becas”, comenta Vicky.

Victoria Papa hizo una gran experiencia en YAGP. Foto: REVOL.

Victoria Papa hizo una gran experiencia en YAGP. Foto: REVOL.

Fueron dos galardones que ella no esperaba, siendo lo multitudinaria y exigentísima competencia en YAGP, y que, al momento de su adjudicación, en pleno escenario del Teatro David Koch, en el Lincoln Center neoyorquino, se sintió, ante todo, sorprendida. Para ella, bailar allí ya era algo así como un “premio”: “A mí lo que más me gustó fue la experiencia de bailar en el escenario ahí. Estuvo muy bueno el ‘Grand Defilee’ [espectáculo final con todos los integrantes del concurso] también. Pero no nos dejaban descansar un día. Fue un crecimiento también, porque pude ver bailarines de cerca que de otro modo nunca hubiera podido ver. Y me quedé muy impresionada con el nivel de los varones en Junior y Senior”, cuenta de esa experiencia.
Ella preparó para esta instancia la variación clásica de “La Fille Mal Gardeé”, preparada por Ana Rosenthal, y “Tanguango”, de Laura Roatta, en danza contemporánea.

La beca

Como balance de su beca, Victoria cuenta que sintió grandes mejoras en su performance física. “La elongación, muchísimo, gracias a las clases diarias de preparación física que tenía con la maestra rusa, la directora Inna Yureneva”, explica Victoria. No obstante, la experiencia estuvo plena de novedades, en una especie de inmersión de 24 horas en la danza: “Tuve un programa muy intensivo y estuve como residente en la escuela con maestras rusas y compañeros de todo el mundo”, explica ella y cuenta que está especialmente agradecida a Tatiana Fesenko y Silvina Juárez, del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, donde estudia, por haberla autorizado a viajar y a los representantes de YAGP Latinoamérica –Martín Boschet y Liana Vinacur– por haberse encargado de todos los detalles de su viaje.

La formación durante esas tres semanas fue intensa y estructurada en diversas clases a lo largo de todo el día: desayunaban entre 8.30 y 9 de la mañana, mientras que a las 9.30 tenían media hora de ejercicios de estiramiento. Luego se sucedían clases de técnica clásica, puntas, teatro musical, repertorio, carácter y hasta lengua rusa, algo inesperado para Victoria: “No entendía nada. Pero me fui acostumbrando. Fue increíble. Las explicaciones eran en inglés, así que a veces se me complicaba (risas)”. La cena estaba organizada entre las 5.45 y las 6.30 de la tarde, luego de lo cual de la misma escuela tenían organizadas actividades fuera de la escuela –como ir a espectáculos de ballet-, manualidades, cine y hasta un festival de habilidades. “Estás todo el tiempo en contacto con la danza. Es todo muy estricto y organizado. Teníamos preparación física con la directora. No te podías pasar y hacer un abdominal menos porque ella te veía. Te veía todo lo que hacías y lo que no también”, explica la bailarina.

Victoria Papa por REVOL.

Victoria Papa por REVOL.

Victoria, luego de unos días en un grupo con sus contemporáneas, fue ascendida a un nivel mayor dadas sus condiciones. “Al principio estuve en el grupo de 11, 12 y 13 años, y en el tercer día, a mí me cambiaron, y pasé con las chicas de 14. De hecho, el tercer día fue el más duro de mi vida, porque tuve que aprender las coreografías de ese curso, todo en un solo día”, relata Victoria, quien rescata también la solidaridad de sus nuevas compañeras, quienes se esforzaron cada paso, incluso a pesar de las complicaciones idiomáticas.

Victoria Papa. Foto: REVOL.

Victoria Papa. Foto: REVOL.

Y lo sacó adelante, a fuerza del esmero que la caracteriza. La devolución que le ofrecieron finalmente fue igualmente elogiosa. Amén de indicarle aquellos puntos a mejorar, escribieron que: “Victoria es una bailarina muy trabajadora, atenta y capaz. Escucha atentamente y rápidamente aplica las recomendaciones de sus maestros en clase. Baila muy bien y con gran interés”.

Para ella, fue una experiencia de enriquecimiento personal muy particular, ya que todos sus maestros eran rusos y sus compañeros provenían también de Rusia, distintas partes de Estados Unidos, Brasil, Chile, México, Canadá e Inglaterra: “Mis compañeras y profesoras, re copadas. A veces me costaba entender un poco el idioma, porque además de que la maestra hablaba en ruso, el traductor era en inglés. No había nadie que hablara español. Había muchísimos chicas y chicos rusos. Todos los varones eran del Bolshoi, que hacen curso de verano en Estados Unidos, tipo intercambio. Lo que más me gustó fue aprender la técnica. Era muy exigente. También danza de carácter: bailábamos danzas rusas, con los varones”, relata, risueña.

Finalmente prepararon una muestra que incluyó clases abiertas y repertorio. A Victoria le tocó bailar “Chopiniana” y una danza rusa de carácter.

Victoria Papa, regresa este año al YAGP, esta vez en categoría Junior. Foto: REVOL.

Victoria Papa, regresa este año al YAGP, esta vez en categoría Junior. Foto: REVOL.

Este año la Semi-final de YAGP Latinoamérica la espera nuevamente. “Yo estaba dudosa por presentarme, porque me había ido a la beca del Bolshoi y tenía miedo de no tener tanto tiempo para prepararme. Había perdido muchas clases en esas tres semanas. Pero al final me decidí de hacer de nuevo la prueba”, cuenta Victoria, quien para esta edición está siendo preparada por los maestros del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón.