Tatiana Cittadini: Trabajar el compromiso de los nuevos artistas

La artista y docente ofrece este año 4 becas para sus programas de formación.

domingo, 10 de febrero de 2019 | Por Maria José Lavandera

Un actor es, en su máximo, un poeta; en su mínimo, un showman”. Según varios espacios de citas que anudan la web, esta frase le corresponde a Marlon Brando. Verdad o no la atribución, hace su efecto en dejar abierta la pregunta respecto del trabajo del artista que se compromete honestamente con un relato. Quizás sea la intensidad de ese compromiso la que convierte su lenguaje en metáfora sutil.

Hace exactamente un año, charlábamos con Tatiana Cittadini, directora de Proyecto 101 Danza, para preguntarle sobre los menesteres de la docencia a través de sus programas de formación, que se caracterizan por ofrecer un espacio de aprendizaje no sólo en el estudio, sino también en el proceso de creación, incorporación y puesta en escena de una obra. En aquel entonces, ella indicaba que durante su metier como guía de artistas en proceso, el mejor feedback que podía recibir era: “No pensé que podía hacerlo”. Justamente, esa milla extra de trabajo que es posible agregar, cada vez, en una búsqueda y un perfeccionamiento que en realidad no termina nunca.

Hoy, Tatiana indica que la concentración a largo plazo es la clave que asienta el compromiso. El talento es, de hecho, poder elaborar desde la conciencia de un camino a recorrer. Desde su perspectiva, la juventud actual peca de ansiosa frente al tiempo que necesita el desarrollo artístico, una ansiedad que ella trata de desandar, sin cortar la fuerza que también trae aparejada. Comenta: “Hay un gran porcentaje de estudiantes que les cuesta concentrarse en la formación, hay una gran necesidad por subir al escenario rápidamente y les cuesta mantener un equilibrio con el aula. Las dos cosas tienen que ir de la mano: la constancia en la mejora de la técnica, la importancia de la formación y de también experimentar en el escenario. Las nuevas generaciones son versátiles, ellos pueden perfeccionarse en muchos estilos sin problema y son valientes; antes se tardaba mucho más en animarse a pisar las tablas. Sí me gustaría que den más tiempo al estudio. Comienzan muy rápido a dictar clases o bailar en compañías, dejando de lado el aula, poniéndose un techo de conocimientos que no existe”.

Tatiana Cittadini, en escena. Foto: Vicky Cozzarin.

 

Este 2019, Tatiana ofrece 4 becas para 3 de sus programas, con el objetivo de descubrir y cultivar nuevos talentos. Una beca es para el Programa de Formación en Danza Contemporánea y Jazz, otra es para el Programa de Comedia Musical, y las dos restantes son muy especiales y dedicadas a chicos y chicas en formación mayores de 18 años que vivan a más de 200 km de la Ciudad de Buenos Aires: implican no sólo la participación en el Programa de Danza Contemporánea y Jazz, sino también la permanencia en la residencia para estudiantes en Buenos Aires que Tatiana inaugura este año durante el tiempo que dure el programa. Para ganar las becas se debe audicionar -de manera presencial, para las dos primeras- y enviando un video, para quienes aspiren a las becas “de residencia”.

Y no sólo se trata de un espacio “para vivir en Buenos Aires”, sino que lo pensó como usina de intercambio creativo: “La idea de las residencias surgió ante la necesidad de poder colaborar un poco más con los artistas del interior que vengan a estudiar a Buenos Aires, un lugar de intercambio donde por el mismo valor puedan estudiar y vivir. Y crear un lugar que puedan estar intercambiando e interactuando constantemente jóvenes que se dediquen a lo mismo y se puedan sentir contenidos. Espero que sea un proyecto que crezca con el paso del tiempo, que realmente encuentren un espacio que se adecúe a sus necesidades y donde puedan estar tranquilos y concentrados para poder dedicarse de lleno a sus carreras”.

En esta ocasión, para ella es importante aclarar que estas becas tienen la potencia de quedar vacantes “si no veo que los aspirantes reúnan todas las condiciones que creo necesarias para acceder a la residencia, como por ejemplo: querer dedicarse al arte, que su necesidad económica lo amerite y que puedan aprovechar el espacio al máximo”. Si intención es, ante todo, percibir un compromiso leal y certero con su formación como artistas.

Foto: Vicky Cozzarin.

Descubrir los colores y matices de la actividad docente ocupa, con gusto, hoy todo su esfuerzo y tiempo: “Disfruto mucho el proceso de descubrir a los artistas y sus potenciales y ver cómo ellos también los descubren al mismo tiempo que yo. Representa mucho esfuerzo la constancia y tolerancia de ellos en dejar que suceda, las nuevas generaciones quieren todo «ya» y a veces la danza y el movimiento no tienen un tiempo de aparición determinados. Cuando veo alguien con mucho talento trato de guiarlo para que esa facilidad que tiene no lo ciegue o no lo deje avanzar en descubrir nuevas cosas, trato de que no de «aburra» en el proceso e intento personalizar el seguimiento, para potenciar sus habilidades”.

Tatiana fue mamá hace poco más de un año, algo que, reconoce, ha reacomodado su energía: “Hoy me vuelco mucho en preguntarme «por qué» y «para qué» estoy haciendo [algo] y si vale el tiempo que merece”. Estas nuevas sensaciones proponen un tiempo de mayor intensidad en cuanto cómo se presenta frente a cada clase, que, pretende, sea un momento que los alumnos “recuerden con el paso del tiempo”.

“Que se llene de jóvenes”, es su deseo para sus programas este 2019.

Foto: Julián de Luca

Cómo Participar

Revol, junto a Club de Danza y Proyecto 101, ofrecen 4 becas para participar de los programas de este año. Para inscribirte online y participar de las audiciones, hacé click aquí.

Hay tiempo para participar hasta el 13 de febrero de 2019.