Leche negra, una rebelión desde el interior de las máquinas

Muy próxima a cumplir sus primeros diez años de existencia, la Compañía Nacional de Danza Contemporánea (CNDC) incursiona en una propuesta transdisciplinar, con una videoinstalación viviente.

viernes, 08 de junio de 2018 | Por María José Rubin

Todo el peso de los registros olvidados se hace cuerpo. La cinta de video a la que gratuitamente delegamos nuestra memoria se vuelve para mirarnos a los ojos. Liberada de sus carcelarias bovinas, la leche negra que alimenta la existencia fantasmática de esos que ya no somos reclama su lugar en el mundo de los vivos. Viene a buscarnos a paso seguro, se derrama y bulle sobre los suelos de un espacio que detenta su propia carga de historia.

El actual Centro Nacional de la Música y la Danza (México 564), con su fachada imponente y sus floridas molduras, supo albergar la Biblioteca Nacional, y fue allí donde Jorge Luis Borges la dirigió entre 1955 y 1973. Hoy reside en ella la CNDC, creada en 2008, cuando la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación contrató a seis integrantes de la compañía Nuevos Rumbos, que había sido fundada de manera independiente tras el despido de varios bailarines del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, que exigían sus derechos laborales.

Fotografía: Georgina García

En febrero de 2009 realizaron su función inaugural y desde entonces no han dejado de trabajar. Además de sostener una programación variada en su sede de San Telmo, los bailarines, en constante formación y de un férreo compromiso con la escena, realizan giras y brindan seminarios en distintas regiones del país. Cada año convocan también al programa Partido y Compartido, para el que seleccionan piezas breves de jóvenes coreógrafos. Aprovechando sus recursos al máximo, fundaron en 2013 Carta Blanca, un marco para la producción de obras creadas y dirigidas por los propios integrantes de la compañía en el que se han gestado piezas notables.

Fotografía: Georgina García

Sumado a todo esto, la CNDC produce obras en residencia con artistas invitados de las que han participado coreógrafos como Diana Szeinblum (Sansón), el coreano Kim Jae Duk (Tensión espacial) y el francés Pierrik Malebranche (Materiales). En esta ocasión, fue Juan Miceli quien recibió la convocatoria de Margarita Fernández, actual directora de la compañía. Es así que el video y la plástica cruzaron su camino con la danza de Victoria Hidalgo y Magalí del Hoyo, a quienes se sumaron luego Nicolás Miranda, Mar Codazzi y Rafael Peralta, también integrantes de la CNDC.

Fotografía: Georgina García

No será la habitual Sala Williams la que reciba a los espectadores durante las funciones de Leche negra. Su sombra encendida habitará la Sala Guastavino y bañará pasillos y escaleras; se escurrirá entre pantallas que, todo ruido y estática, sólo hablan de sí mismas; chorreará varios metros desde unos dedos cómplices que la habrán ordeñado de los viejos cassettes que simulaban descansar inofensivos en los archivos.

Fotografía: Georgina García

Movidas por su propia voluntad, las cintas relucientes de memoria ya no esperan a que demos play. Con la ayuda de agentes que visten su mismo color, abandonan el estado pasivo y emergen de la negrura, captan la luz con la voracidad magnética de quien ha oído tanto de ella sin verla jamás. Despojadas de los instrumentos que las traducían en imágenes luminosas, tiñen el entorno de las penumbras que ahora proyectan. Se desplazan para envolvernos con ese mundo del que provienen y en el que, quieren recordarnos, las hemos dejado olvidadas.

Fotografía: Georgina García

A mitad de camino entre una sala de exposición y un escenario abierto al público, el espacio de la obra libera de sus ataduras a los espectadores. El material en movimiento y las pantallas cautivan la mirada, pero habilitan a los visitantes a explorar este peculiar estado de las cosas, este adentro (o después) de las máquinas, donde se preserva y se despliega el alma magnética de lo que fue y donde el pasado, siempre inaccesible, se ha vuelto también irrepresentable.

Fotografía: Georgina García

Ficha / “Leche Negra”

Juan Miceli – Victoria Hidalgo – Magalí Del Hoyo

Vídeo instalación en la que confluyen lo sonoro, lo audiovisual, lo perfomático y lo instalativo.

Sábado 2, Domingo 3 / Sábado 9 y Domingo 10 de Junio, 19 y 20:30 hs.

Centro Nacional de Música, PB | México 564, CABA

Entrada Gratuita | Reservas: entradascndc@gmail.com